El Ministerio de Agricultura anunció la asignación de $10.000 millones para apoyar al sector arrocero, en medio de la crisis que enfrenta el gremio. Los recursos serán distribuidos entre marzo y junio a través de distintos programas, buscando aliviar los costos de producción y mejorar la rentabilidad de los agricultores. Los productores creen que la medida es insuficiente y exigen una reunión directa con el presidente Gustavo Petro para levantar el paro.
Las movilizaciones del sector arrocero, que se han extendido por varias regiones del país, responden a problemas estructurales que van más allá de la financiación. Los cultivadores exigen soluciones integrales que garanticen la sostenibilidad de su actividad y permitan competir en igualdad de condiciones con los mercados internacionales. Mientras tanto, las negociaciones continúan, sin una resolución clara en el horizonte.
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Paro arrocero: Principales demandas del sector
Los productores han manifestado que la crisis no solo se debe a la falta de recursos, sino a problemas como el bajo precio del arroz, la competencia desleal por importaciones y el alto costo de los insumos agrícolas. Exigen un ajuste en el precio del arroz paddy verde, estableciendo un mínimo de $220.000 por carga (125 kg), ya que los valores actuales no cubren los costos de producción y afectan la rentabilidad de los pequeños y medianos agricultores.
También solicitan la reestructuración de sus deudas con la banca y el agrocomercio, además de créditos con tasas preferenciales que les permitan continuar con su labor. La incertidumbre económica ha llevado a muchos productores al borde de la quiebra, y sin alivios financieros, la crisis podría agravarse.
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Impacto de los tratados de libre comercio
Otro punto clave en las exigencias del sector arrocero es la implementación de salvaguardias comerciales frente a las importaciones masivas de arroz. Según los cultivadores, los tratados de libre comercio con países como Estados Unidos, Ecuador y Perú han generado una competencia desigual que perjudica la producción nacional. Sin una regulación efectiva, la producción local sigue en desventaja frente a productos extranjeros subsidiados.
Los arroceros insisten en que es necesario revisar estas políticas y establecer medidas de protección para el agro colombiano. Sin controles, la siembra podría reducirse, aumentando la dependencia de importaciones y afectando la seguridad alimentaria del país.
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Futuro de las negociaciones
El Gobierno ha planteado una mesa de diálogo con los gremios arroceros para discutir posibles ajustes al presupuesto y evaluar la implementación de medidas adicionales. Sin embargo, los productores insisten en que no habrá acuerdos definitivos sin la presencia del presidente Petro en la negociación. Para ellos, esta es una señal de compromiso real con la solución de la crisis.
Mientras tanto, las protestas continúan y los líderes del paro se preparan para definir los próximos pasos en la movilización. Si no hay avances, las protestas podrían crecer, afectando la distribución y el abastecimiento de arroz en el país.
