La ponencia de archivo de la reforma laboral, radicada en la Comisión Séptima del Senado este martes, selló virtualmente el destino de uno de los proyectos más emblemáticos del Gobierno de Gustavo Petro. Ocho de los catorce congresistas de la Comisión firmaron el documento que pide su hundimiento, argumentando que la propuesta ponía en riesgo el empleo y la estabilidad económica de las empresas.
Entre los senadores que apoyaron la decisión se encuentran Honorio Henríquez y Alirio Barrera, del Centro Democrático; Nadia Blel y Esperanza Andrade, del Partido Conservador. También se sumaron, Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal; Berenice Bedoya, de la Alianza Social Independiente (ASI); Ana Paola Agudelo, del Movimiento Mira; y Lorena Ríos, del partido Colombia Justa Libres.
La noticia fue recibida con entusiasmo por el representante a la Cámara Miguel Polo Polo, quien no dudó en manifestar su alegría a través de sus redes sociales. “Se acaba de hundir la reforma laboral en Comisión Séptima. Ocho senadores de catorce firmaron la ponencia negativa, rechazando la reforma de la ministra comunista Gloria Ramírez. ¡Qué rico!”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
Polo Polo asegura el fracaso de la reforma a la salud
El congresista del sector opositor agregó que la iniciativa era “un adefesio” que, en su concepto, ponía en riesgo la supervivencia de miles de empresas colombianas. Además, auguró el fracaso de la reforma a la salud, actualmente en discusión en el Congreso. “Los empresarios del país pueden estar tranquilos. Y así también se hundirá la reforma a la salud”, concluyó.
Cabe recordar que Polo Polo había manifestado sus reservas frente a varios artículos del proyecto cuando pasó por la Cámara de Representantes en octubre del año pasado. Entonces, votó a favor de eliminar los artículos 31, 32 y 33, que planteaban cambios significativos en las condiciones laborales del sector agropecuario, como la implementación de contratos indefinidos y la creación de un jornal agrícola. Según el congresista, estas medidas, aunque bien intencionadas, hubieran tenido un efecto contrario al buscado. “En menos de un año la escasez de alimentos sería desastrosa, como en Venezuela o Cuba”, aseguró en su momento.
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Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro reaccionó a la decisión del Senado advirtiendo de un quiebre en las relaciones entre el Congreso y el Gobierno. “Si la Comisión VII hunde las reformas que necesitan los trabajadores y el pueblo de Colombia, habrá una ruptura entre el Congreso y el gobierno”, declaró el mandatario.
La reforma laboral había sido aprobada en la Cámara de Representantes y representaba una de las principales apuestas legislativas del Gobierno del Cambio, pero con este nuevo revés en el Senado, sus posibilidades de avanzar se ven prácticamente anuladas.
