El presidente Gustavo Petro reavivó el debate diplomático al proponer públicamente que Colombia instale una embajada en Palestina. Desde su cuenta de X, el mandatario aseguró que, dado que el país ya reconoce oficialmente a Palestina como un Estado, es coherente y necesario contar con representación diplomática.
Esta declaración refuerza su línea política en temas internacionales y marca una diferencia respecto a gobiernos anteriores, que si bien reconocieron a Palestina como Estado, no avanzaron en la creación de una sede diplomática.
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Reconocimiento desde el gobierno Santos
Colombia formalizó el reconocimiento del Estado palestino en agosto de 2018, poco antes del cambio de gobierno. La decisión, tomada por el entonces presidente Juan Manuel Santos y comunicada por la canciller María Ángela Holguín, cerró una etapa en la que Colombia era el único país de Sudamérica que aún no lo hacía.
El anuncio de Santos respondió a una política exterior más alineada con los países latinoamericanos y a una visión de respaldo a la solución de dos Estados, en medio del prolongado conflicto en Medio Oriente. Sin embargo, la apertura de una embajada en Ramallah o cualquier otra ciudad palestina no se concretó en los años siguientes.
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Una embajada que va tomando forma
Para Petro, reconocer a Palestina sin presencia diplomática real representa una postura simbólica sin peso práctico. El presidente ha sido un crítico abierto de la violencia en la región y, en múltiples ocasiones, ha condenado los bombardeos en Gaza, así como la situación humanitaria que enfrenta la población palestina.
Instalar una embajada, según su visión, enviaría un mensaje claro de compromiso con los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos. Además, posicionaría a Colombia en un lugar más visible en la discusión internacional sobre la paz en Medio Oriente.
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Jorge Iván Ospina sería el nuevo embajador
Uno de los movimientos clave para concretar esta nueva etapa diplomática sería el nombramiento del exalcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, como embajador de Colombia en Palestina. Diversos medios aseguran que Ospina estuvo recientemente en la Casa de Nariño y que acompañó al presidente Petro en una reunión con una delegación palestina.
La figura de Ospina no pasa desapercibida. Su trayectoria y cercanía con el Gobierno lo perfilan como opción confiable para esta misión diplomática. De confirmarse su designación, Ospina asumiría el reto de representar a Colombia en una de las regiones más tensas del escenario internacional.
Un movimiento coherente con la política exterior del Gobierno
Desde que asumió el poder, Petro ha apostado por una política exterior enfocada en los derechos humanos, la autodeterminación y el multilateralismo. Su postura frente a Palestina se alinea con estos principios y busca diferenciarse de posiciones más neutrales o cautelosas adoptadas por gobiernos anteriores.
De concretarse, la embajada en Palestina no solo tendría valor simbólico, sino también práctico: serviría como canal directo de diálogo, cooperación y apoyo humanitario, especialmente en momentos de crisis como el actual.
