La tradicional rutina escolar que obliga a miles de niños y jóvenes colombianos a levantarse antes del amanecer podría cambiar. Este lunes, la Comisión Sexta del Senado aprobó en primer debate el proyecto de ley denominado Estudio sin madrugón, el cual prohíbe que las instituciones educativas inicien sus clases antes de las 7:00 de la mañana.
La iniciativa, liderada por el senador liberal Alejandro Chacón, tiene como objetivo transformar la jornada escolar en todos los niveles de educación inicial, preescolar, básica y media, tanto en colegios públicos como privados. Uno de los principales argumentos expuestos durante el debate legislativo fue el impacto negativo que tiene la falta de sueño en el desarrollo cognitivo y emocional de los menores.
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“La evidencia científica es clara: la privación del sueño en los niños y adolescentes afecta su capacidad de atención, su conducta y su rendimiento académico. Dormir bien no es un lujo, es una necesidad para su aprendizaje y salud integral”, argumentó el senador Chacón durante la presentación del proyecto.
Reducción de duración de las clases
Adicionalmente del ajuste en el horario de inicio, el proyecto propone reducir la duración de las clases de 60 a 45 minutos, con el propósito de hacer más eficiente el tiempo escolar y permitir una reorganización de las actividades sin extender la jornada innecesariamente. Esta medida, según sus impulsores, también facilitaría una mejor adaptación al cambio sin afectar los contenidos curriculares. El senador Guido Echeverri, ponente del proyecto, explicó que habrá excepciones para instituciones con jornada única, pero que el objetivo es establecer una norma general que responda a las necesidades físicas y emocionales de los estudiantes.
Durante el debate se destacó que en muchas regiones del país los estudiantes deben levantarse antes de las 5:00 a.m. para llegar a tiempo a clase, una situación que no solo afecta su rendimiento sino que también repercute en la dinámica familiar. Por ello, la medida también está pensada en el bienestar de padres y cuidadores, quienes también se ven obligados a adaptar su rutina diaria a estos horarios exigentes.
Aunque el proyecto superó su primer debate en el Senado, todavía debe pasar por la plenaria y luego por la Cámara de Representantes antes de convertirse en ley. En caso de ser aprobado en las siguientes instancias y recibir sanción presidencial, Colombia podría convertirse en uno de los primeros países de la región en legislar a favor de un horario escolar más amigable con el desarrollo infantil.