Durante más de dos décadas, cada trabajador colombiano ha dejado de recibir cerca de $44 millones por recargos laborales que nunca se pagaron. Se trata de horas extra nocturnas, dominicales y festivas que, desde 2002, dejaron de compensarse adecuadamente. Así lo denunció este lunes el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, durante el consejo de ministros en la Casa de Nariño.
El dato, revelador y contundente, pone sobre la mesa una deuda histórica con la clase trabajadora. “El cálculo total supera los 44 millones de pesos por persona. Una cifra que equivale a la cuota inicial de una vivienda”, explicó el ministro.
Desde la reforma laboral impulsada en 2002, los recargos se redujeron drásticamente. Según Sanguino, solo en recargos nocturnos, cada trabajador ha perdido más de $21 millones. A esto se suman $22,8 millones por trabajo en domingos y festivos que no se pagó como debería. En total, se trata de una pérdida acumulada que ha afectado la calidad de vida de millones de familias.
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“La Reforma Laboral actual busca corregir esa injusticia y devolver los ingresos perdidos”, afirmó el ministro. La propuesta establece que el trabajo nocturno, desde las 6:00 p.m., tendría un recargo del 75%, y el diurno, del 35%.
Consulta popular: ¿Debería pagarse el 100 % por trabajo en festivos y domingos?
El gobierno del presidente Gustavo Petro planea someter esta reforma a una consulta popular. La segunda de las 12 preguntas clave será: “¿Está de acuerdo con que se pague con un recargo del 100 % el trabajo en día de descanso dominical o festivo?”. La respuesta de los colombianos podría marcar un punto de inflexión en la legislación laboral del país.
“Con ese dinero, millones de trabajadores habrían podido pagar la cuota inicial de una casa. Y eso habría impulsado la economía”, aseguró Petro.
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La reforma no solo busca beneficiar a empleados formales, si no también contempla a sectores históricamente marginados como las trabajadoras domésticas, madres comunitarias, campesinos, personas con discapacidad, jóvenes aprendices y repartidores de plataformas digitales.