El presidente Gustavo Petro inauguró una exposición en Casa de Nariño sobre la vida y obra del Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. Durante el evento, el presidente cuestionó que a los colombianos nos reconozcan más por el capo de Medellín, Pablo Escobar, que por “Gabo”, uno de los escritores de literatura universal más leídos en el mundo.
“Ha sido tanta la sangre derramada que se conoce es los hombres de la sangre y no los hombres de la palabra, como Gabriela García Márquez. Por eso no nos reconocen en García Márquez, nos reconocen es en Pablo Escobar y debería caérsenos la cara de la vergüenza”, dijo el presidente.
Petro admira la obra de Márquez y tiene una particular obsesión por el coronel Aureliano Buendía, protagonista de Cien Años de Soledad, obra magna del escritor. Ha sido una inspiración para el presidente y, de hecho, cuando militó en la extinta guerrilla del M19, tuvo ese alias. En el poder, Petro se ha proclamado como “el último Aureliano”.
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No es la primera vez que el presidente cuestiona que seamos reconocidos por Escobar y no por Márquez. Al ver el estreno de la adaptación de Cien Años de Soledad en Netflix el presidente aseguró que “el colombiano más universal no es un traqueto, sino un poeta revolucionario y caribeño: Gabriel García Márquez”.
La huella de Gabo en el corazón de Petro
El escritor es un referente para Petro, quien alude a su figura a la hora de gobernar. Junto a otros símbolos como la Espada de Bolívar y el sombrero de Carlos Pizarro, el presidente ha enarbolado esas figuras. Ahora, con la exposición “Gabo vive en la Casa de Nariño”, busca amplificar su admiración al escritor.
“Para nosotros una gran embajada abierta al mundo, porque mucha gente se acerca a ver y se pregunta: ¿Esa magia de dónde viene? (…) No es muy claro para mucha gente que vive fuera de Colombia y que ha leído Cien Años de Soledad, que Gabriel García Márquez es colombiano. Esta es una de nuestras grandes frustraciones, porque indudablemente el hombre más universal de Colombia se llama Gabriel García Márquez”, dijo Petro en la inauguración de la exposición.
La obsesión de Petro con Aureliano Buendía, por ejemplo, ha sido analizada por literatos, escritores y columnistas. Según Luis Alberto Arango, en su columna escrita en la Revista Cambio, “al evocar a Aureliano, Petro —consciente o no— recrea un símbolo literario que carga con siglos de fracasos latinoamericanos. El coronel Buendía es el arquetipo del líder que, atrapado en su laberinto ideológico, arrastra a su pueblo a conflictos estériles mientras el pueblo clama por soluciones concretas: paz, educación y trabajo”.
La comparativa de Petro de Pablo Escobar con la oligarquía
El presidente tiene una obsesión con Márquez. Pero también ha aludido al nombre de Pablo Escobar varias veces. Hace dos años, el presidente Petro instó a que las proyecciones de televisión alusivas al narcotráfico y a Pablo Escobar deberían anularse. “Pablo Escobar no es hijo del pueblo colombiano, es hijo de la oligarquía colombiana que lo generó y lo construyó”, dijo.
Además, en medio de la polémica por los murales de “Las cuchas tienen razón”, en homenaje a las madres buscadoras de sus hijos víctimas del conflicto en Medellín, el presidente volvió a referirse a Pablo Escobar. “Las cuchas tenían razón. Pablo Escobar no”, señaló. El comentario le generó críticas en redes, que lo señalaron de “hacerle propaganda” al capo paisa.
Actualmente, hay un proyecto de ley que busca prohibir la comercialización, distribución y uso de productos y material audiovisual alusivos a Pablo Escobar y a otros narcos. Mientras tanto, por el otro camino, Petro sigue homenajeando a Gabriel García Márquez en su delirio de caudillismo y poder.
