El expresidente de Uruguay, José ‘Pepe’ Mujica, atraviesa una fase crítica en su estado de salud. A pocos días de cumplir 90 años, enfrenta complicaciones severas provocadas por un cáncer de esófago que, desde hace meses, se ha extendido a otros órganos vitales.
Su esposa, Lucía Topolansky, exvicepresidenta del país y compañera de vida por más de cuatro décadas, confirmó que el deterioro ha llegado a un punto que calificó como “una etapa terminal”. Así lo reveló a medios uruguayos, expresando que ya no se trata de tratamientos, sino de acompañarlo hasta el final con respeto e intimidad.
Hace poco más de un año se hizo público que Mujica estaba batallando con un tumor maligno en el esófago. En abril pasado, el propio exmandatario reconoció que su estado se complicaba aún más por una enfermedad inmunológica crónica que padece desde hace más de dos décadas.
No apareció en las elecciones: su salud lo impidió
Mujica había considerado asistir a las elecciones departamentales celebradas recientemente en Uruguay. Sin embargo, su médica personal recomendó evitar cualquier traslado, ya que podría implicar un desgaste físico mayor del que su cuerpo puede tolerar actualmente.
La decisión fue respaldada por Topolansky, quien explicó que incluso movilizarse en vehículo representa hoy un riesgo para él. Agregó que el círculo familiar está intentando mantener la privacidad del proceso, aunque reconoce que, tratándose de una figura tan querida y emblemática, eso resulta casi imposible.
Solo pueden visitarlo quienes cuentan con su aprobación directa, y el entorno ha optado por reducir al máximo los contactos externos. La prioridad ahora es la tranquilidad. “Prometí estar con él hasta el final, y eso haré”, dijo Lucía, dejando ver el tono íntimo que rodea estos días del exmandatario.
Una despedida silenciosa: “Déjenlo tranquilo”
El presidente actual de Uruguay, Yamandú Orsi, fue uno de los pocos en visitar recientemente a Mujica en su casa. Tras el encuentro, reveló que su estado es “complicado” y que los cuidados que se le están dando son extremos.
A pesar del cariño que muchos uruguayos sienten por el líder del “Frente Amplio”, Orsi pidió no abrumarlo: “No hay que enloquecerlo, hay que dejarlo tranquilo”. Su mensaje refleja la voluntad de su entorno de priorizar la serenidad sobre los homenajes públicos.
Desde marzo de este año, Mujica no ha tenido apariciones públicas. Y aunque siempre fue un político cercano a la gente, su silencio actual es una señal clara de que está en un momento muy delicado.
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En enero, se confirmó que el cáncer había hecho metástasis en el hígado, empeorando su pronóstico. La lucha de Mujica ha sido larga, pero todo indica que su legado está dando paso, ahora, a un adiós silencioso y respetuoso.
