Al presidente Gustavo Petro se le quebró la voz y estuvo al borde de las lágrimas al comparar a las víctimas del conflicto de San José de Apartadó (Antioquia) y los niños que sufren la ofensiva de Israel en a Franja de Gaza, en Palestina. La cercana experiencia de Petro de llorar en público, ocurrió en medio de un acto de perdón del Estado a las víctimas de San José.
“Embajador de Palestina, yo le pido con los tiempos que vendrán, que vendrán, no sé cuándo, pero vendrán, la comunidad de San José de Apartadó pueda ir a Gaza y traduciendo los lenguajes extraños pueda comunicar su experiencia de perdón, de aislarse de la guerra. Y que esos jovencitos palestinos, que podrían odiar y mucho, no vayan a perder su corazón en el odio a pesar de todo lo que han visto… porque sino no habrá salvación de la humanidad”, dijo Petro, a punto de llorar.
El presidente defiende a Palestina y condena lo que él, la ONU y gran parte de la comunidad internacional llaman un genocidio por parte de Israel. Hasta ahora, han muerto más de 57 mil palestinos, siendo los niños y las mujeres las mayores víctimas de ese conflicto. Petro ha propuesto, en reiteradas ocasiones, llevar acciones para frenar la ofensiva en Gaza, liderada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con apoyo de Estados Unidos.
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Petro casi llora por el flagelo a los niños palestinos
Palestina es centro de ataques, en el marco de la guerra que Israel sostiene con el grupo extremista Hamás. Según el comité de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), esa ofensiva “es consistente con las características de un genocidio”. Tal como relató el Comité Especial de la ONU, “Israel está utilizando la hambruna como método de guerra e infligiendo un castigo colectivo a la población palestina”.
El presidente Petro comparte esa apreciación. Por eso, desde hace un año rompió relaciones diplomáticas con Israel, suspendió la exportación de carbón a ese país y ha tenido roces con Netanyahu, a quien califica de “genocida”. Netanyahu cuenta con una orden de la Corte Penal Internacional (CPI), que aún no ha sido efectiva. Aunque Petro ha rechazado esta violencia innumerables veces, es la primera vez que casi llora en público por hacerlo.
Tal como reporta la ONU, hasta abril de este año, más de un millón de niños no habían recibido ayuda vital por bloqueos israelíes en el paso de ayuda humanitaria a Palestina. Desde la ruptura del cese al fuego, 322 niños y niñas murieron, según Unicef. Y en más de 18 meses de guerra, unos 15 mil niños han muerto, mientras que otros 34 mil han resultado heridos.
El acto de perdón a víctimas de San José de Apartadó
San José de Apartadó es un centro poblado de Apartadó, municipio de la zona rural del Urabá antioqueño. Entre 1997 y 2007, vivió la violencia por parte de grupos armados ilegales y del paramilitarismo, en complicidad con miembros de la Fuerza Pública. Por eso, la Corte Constitucional reconoció la masiva violación de derechos humanos, la impunidad y ordenó reparar a sus víctimas, así como un acto de perdón.
Por eso, Petro lideró el acto, al cual calificó de ser “hipócrita” por no tener la presencia completa del Estado. “Aquí, si la comunidad quiere, que invite a la cúpula militar y a los presidentes de las mesas directivas del Congreso de la República a ver si aprenden, y a los presidentes de los tribunales de la justicia en Colombia para que haya justicia. Es el Estado el que tiene que cambiar y ese Estado debe pedir perdón y todo el Estado”, señaló.
San José de Apartadó atravesó por varias masacres y ejecuciones extrajudiciales —falsos positivos—. El 21 de febrero de 2005, ocurrió una de las más recordadas: paramilitares en presencia de miembros del Ejército asesinaron con machetes a ocho personas. Entre ellas, al líder Luis Eduardo Guerra y tres niños y niñas menores de diez años. Las víctimas del conflicto en esa zona, además, fueron revictimizadas por el Estado. Aunque han sido condenadas varias personas del área de mando y responsables, según Amnesty International, el Estado ha fallado en su reparación y protección. Aún, esa población sigue siendo víctima de la violencia.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro aseguró que la impunidad también persiste. “Cuando yo mismo, como presidente, fui a Apartadó y la respuesta a la visita del presidente fue el asesinato de una pareja joven en San José de Apartadó”, recordó. Se refiere al caso de Nayeli Sepúlveda, de 30 años, y Edison David, de 15. Ambos asesinados violentamente. “¿Por quiénes? ¿Dónde está la investigación? No hay investigación de nada”, cuestionó.
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