Tras los reciente cuestionamientos y el debate público que ha desatado el atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay y las tensiones políticas, el presidente Gustavo Petro aseguró que su Gobierno no promueve el odio ni la violencia, y rechazó las insinuaciones que lo vinculan con esos hechos.
Por medio de un trino en su cuenta de X, el mandatario manifestó que no está dispuesto a permitir que se asocie su discurso político con expresiones violentas. Habló de un acuerdo firmado con la Iglesia católica y otras instituciones, que busca promover una conversación política basada en el respeto, la justicia social y el uso de argumentos, sin ataques personales ni estigmatizaciones.
Petro: “No hablamos de echar balín, plomo o matar”
“Somos firmes pero no odiamos, ni hablamos de echar balín, plomo o matar. No agredimos periodistas”, fue una de las partes de su mensaje que más generaron debate. Petro también cuestionó al diario El Espectador por, según él, confundir la crítica con la incitación a la violencia.
El presidente defendió la posibilidad de debatir con firmeza pero con decencia, y reiteró su propuesta de una consulta popular, pese a que algunos sectores consideran que este mecanismo podría aumentar las tensiones. Sobre el atentado a Uribe, dijo que no hay relación con su movimiento político y que “esa es una calumnia que rechazamos”.
Petro también aprovechó para insistir en los beneficios de la reforma laboral, desmintiendo que esta afecte a los microempresarios. “Es falso completamente el argumento que los microempresarios se quiebran si suben los salarios”, afirmó. Además, propuso apoyar este sector con crédito, conocimiento y asociaciones con aprendices del Sena.
El mensaje también incluyó un llamado a investigar quién estaría detrás de los planes para atentar contra su vida. “Tengo el derecho de investigar quién quiere matarme y denunciarlo”, señaló, mencionando que ya se han entregado indicios a la Fiscalía.
“La paz es construir justicia social, y no consiste en matarnos entre nosotros”, concluyó Petro, quien reiteró que si el Senado aprueba la reforma laboral, él la firmará y se cancelará la consulta.