El pasado 19 de junio, Colombia fue aceptada oficialmente como miembro del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), la entidad financiera de los Brics —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica—. Colombia debe aportar $512 millones de dólares, unos $2,1 billones de pesos a esta banca multilateral. Esa plata se desembolsa de manera progresiva y le permitirá integrarse financieramente con el paso del tiempo.
“Celebro la noticia que trasciende lo financiero y amplía nuestro horizonte”, dijo la canciller Laura Sarabia. El presidente Gustavo Petro elevó su solicitud en Shangái, China, para que Colombia pudiera ingresar a la banca. “Seguimos abriendo camino hacia nuevas oportunidades para el país”, agregó Sarabia. En su visita por China, el país además formalizó su entrada a la Franja y la Ruta, conocida como la Ruta de la Seda.
Petro ya había anunciado la posibilidad de ingresar al banco de los Brics el pasado 15 de mayo. En ese entonces, el presidente se reunió con Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil y actual directora del NDB. Esta movida es parte de la alianza diplomática del gobierno Petro, que busca depender menos de occidente y aliarse con las potencias mundiales del otro lado del mundo.
Contexto: Colombia se vincula al banco de los Brics en busca de autonomía económica.
Impacto económico en el contexto global
Actualmente, Colombia enfrenta un arancel del 10% en sus exportaciones a Estados Unidos, salvo por bienes minero-energéticos. Esta medida —impuesta por el gobierno de Donald Trump— sigue vigente y podría endurecerse al finalizar una pausa de 90 días en julio.
Ante este panorama, el ingreso al NDB representa un alivio estratégico. Permite explorar nuevas formas de cooperación, créditos en condiciones favorables y diversificación de socios económicos. Para Alejandro Toro, presidente de la Comisión Segunda de Relaciones Exteriores, se trata de “un paso histórico hacia una nueva arquitectura financiera global”.
Los Brics agrupan economías emergentes con alta influencia global. Representan cerca del 37% del PIB mundial y han promovido un modelo multilateral alternativo al del G7. En 2024, sumaron nuevos miembros como Egipto, Arabia Saudita e Indonesia, y asociaron países como Bolivia y Cuba.
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