Un hecho de extrema violencia estremeció a la comunidad indígena de Valle Nuevo, zona rural del municipio de Morales, Cauca, donde dos mujeres fueron asesinadas brutalmente con un hacha por un hombre que posteriormente prendió fuego a la vivienda. El crimen ocurrió el sábado 29 de junio y dejó como únicos sobrevivientes a tres menores de edad que lograron escapar de las llamas y pedir ayuda.
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Las víctimas fueron identificadas como Edilma Cruz, hermana del agresor, y Celmira Camayo, una amiga que se encontraba de visita. Ambas se encontraban en la casa junto a una niña de siete años y dos gemelos de apenas dos años. Según testimonios, el atacante quien presuntamente padece un trastorno mental utilizó un hacha para agredirlas y luego incendió la vivienda. Los niños, ocultos en la cocina durante el ataque, lograron salir del lugar y alertar a vecinos.
El agresor fue capturado por la Guardia Indígena
La rápida acción de la comunidad permitió la captura del agresor, quien fue detenido por la Guardia Indígena cuando intentaba huir del resguardo Honduras. Las autoridades indígenas confirmaron que será procesado bajo los lineamientos de la jurisdicción especial propia.
La Alcaldía de Morales condenó el crimen y subrayó la urgencia de fortalecer la atención en salud mental, especialmente en zonas rurales. “Verificar, atender y acompañar los casos de personas con trastornos mentales es una responsabilidad compartida”, señaló el alcalde Óscar Yamit Guachetá en un comunicado.
Mientras tanto, los habitantes del resguardo han iniciado una colecta solidaria para ayudar a los tres niños huérfanos, quienes recibirán acompañamiento psicosocial, jurídico y atención institucional. La tragedia ha reavivado el debate sobre la desatención en salud mental en comunidades vulnerables y los vacíos del Estado en territorios étnicos históricamente olvidados.