El pasado 3 de julio, Laura Sarabia renunció a la Cancillería en medio de tensiones y diferencias con el presidente Gustavo Petro. Así, Sarabia pasó de ser una de las funcionarias más poderosas del gobierno y mano derecha del presidente, a una exfuncionaria salpicada de polémicas, líos judiciales y con una relación desgastada con el gabinete y Petro.
Entre sus polémicas más visibles están las chuzadas y el polígrafo a su exniñera, Marelbys Meza, así como la pelea judicial que emprendió en contra de su antiguo jefe y hoy ministro del Interior, Armando Benedetti. Pero también carga con investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito, es señalada de presuntamente ser parte de una red de corrupción junto a su hermano Andrés Sarabia y su relación con exfuncionarios del gabinete no es buena.
En el marco de todos estos líos, Sarabia se va reducida de poder y también en medio de la segunda tensión diplomática con Estados Unidos, desatada por el presunto plan del excanciller Álvaro Leyva para orquestar un golpe de Estado contra Petro. Su renuncia fue aceptada por el presidente, quien la calificó de ser una “hormiguita organizadora” y celebrada por varias figuras de la política.
Contexto: Laura Sarabia renuncia a la Cancillería.
Las polémicas que rodean a Sarabia
El primer escándalo que rodeó a Sarabia fue en 2023. Se investigaron supuestas interceptaciones ilegales a su exniñera, Marelbys Meza. Por este proceso judicial, Sarabia renunció a su cargo como jefa de gabinete en junio de ese año. Sin embargo, volvió recargada de poder como directora de Prosperidad Social meses después de permanecer por fuera del gabinete.
En el marco del polígrafo, Sarabia también abrió una pelea con el minInterior Armando Benedetti que se mantiene viva hasta la fecha. En ese entonces se revelaron audios de Benedetti en donde la insultaba y mencionaba su participación en la campaña presidencial. Sarabia lo denunció por violencia de género y este año endureció la batalla judicial al entregar numerosos folios ante la Fiscalía que, según ella, son pruebas en contra del ministro.
Además de estas polémicas, Sarabia también es investigada por presunto enriquecimiento ilícito tras una denuncia interpuesta por una red de veedurías. Sarabia, a través de su representante legal, ha puesto a disposición de la Fiscalía toda su información financiera y patrimonial. También ha sido señalada de supuesto tráfico de influencias a favor de su hermano, Andrés Sarabia.
Además, Sarabia no ha sido una funcionaria querida por el gabinete Petro. En el primer consejo de ministros televisado, emitido el pasado 4 de febrero, exfuncionarios como Susana Muhamad, Gustavo Bolívar y Alexander López mostraron su descontento con el papel de Sarabia en el gabinete. Incluso la vicepresidenta Francia Márquez, quien también se fue en contra de Benedetti.
La desgastada relación con Petro y las desautorizaciones públicas
La relación que alguna vez fue poderosa y de confianza quedó en el pasado. Este deterioro se ha manifestado a través de una serie de eventos y situaciones, que sacan a la luz una fractura en el que fuera uno de los vínculos más fuertes dentro del gobierno. Esta relación viene fragmentada desde finales del 2024, cuando Sarabia estaba cansada de su cargo como directora de Presidencia y venía atravesando roces con el presidente.
Uno de los factores desgastantes han sido sus numerosas polémicas, especialmente la relacionada con Benedetti, quien hoy es el hombre de confianza del presidente. Aunque Petro la ha defendido públicamente a capa y espada, estos episodios causaron que la relación se fuera deteriorando de a poco. Por eso, la salida de Sarabia se especulaba desde noviembre del año pasado. Pero en su lugar, llegó a la Cancillería, en donde mantuvo distancia del presidente.
Como Canciller llegó tras la polémica del primer consejo de ministros televisado y estuvo ahí cinco meses. Pero sufrió desautorizaciones públicas de Petro. La primera fue cuando Sarabia reconoció a Daniel Noboa como presidente tras ganar las elecciones y Petro no. La segunda, cuando Sarabia citó a la Comisión Asesora de Relaciones para hablar del ingreso de Colombia a la Ruta de la Seda y Petro la canceló. La tercera fue con el tema de pasaportes.
Sarabia buscaba declarar urgencia manifiesta para prorrogar el contrato con Thomas Greg & Sons porque, según advirtió la Cancillería, la Imprenta Nacional no está lista para asumir el negocio de los pasaportes. Sin embargo, Petro aseguró que Thomas “no va más” y puso al frente de ese caso a su jefe de gabinete, Alfredo Saade. En su carta de renuncia, Sarabia señaló que tenía “diferencias con decisiones adoptadas por el Ejecutivo”.
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