Se acerca el 28 de julio, día en el que la jueza Sandra Heredia dictará el histórico fallo que definirá el futuro judicial del expresidente Álvaro Uribe por presunto soborno de testigos. Es el día más esperado por diferentes sectores y por todo el país. Mientras tanto, Uribe, la derecha y sus bases del Centro Democrático intensifican la defensa del expresidente y arremeten en contra de la justicia en caso de no emitir un fallo resolutorio.
Uribe se convirtió en el primer presidente de este siglo en ir a juicio. Responde por los delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal en calidad de determinador por presuntamente sobornar a exparamilitares en la cárcel que habían declarado que Uribe apoyó a las Convivir mientras fue gobernador de Antioquia. Tras años de batallas judiciales y dilaciones, el pasado 8 de julio terminaron las audiencias en el marco de su juicio.
En este escenario, Uribe no deja de defenderse en sus redes sociales y de poner en duda a la principal víctima del caso: el senador Iván Cepeda. Uribe denunció a Cepeda en 2012 por presunto soborno, pero el caso se volteó en su contra. Ahora, el expresidente insiste en que Cepeda “se crió en el ambiente del grupo terrorista Farc” para desacreditar el proceso en su contra. Además, insiste en que la Fiscalía y la jueza han sido imparciales en el juicio.
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Un fallo histórico para un día histórico
Este 28 de julio se conocerá si Uribe es inocente o culpable. Sea cual sea la decisión, el resultado marcará un precedente en la historia del país y en las elecciones del 2026, de las cuales Uribe tiene un gran peso como lobbista y líder de la derecha.
Este día es, tal vez, uno de los días más esperados para la izquierda y opositores del gobierno que bajo sus convicciones defienden la culpabilidad de Uribe. Pero también por la derecha y aliados al uribismo, quienes están seguros de que se trata de un “entrampamiento” y de que la justicia demostrará la inocencia de su jefe y referente político. Así, en medio de la alta polarización del país, como de la incertidumbre, las horas pasan y se acerca la histórica lectura del fallo.
Entre las múltiples estrategias de Uribe para defenderse están las dilaciones, las solicitudes de preclusión, la culpabilidad a la izquierda y al propio gobierno de Gustavo Petro. Esto último, porque fue con la llegada de la fiscal Luz Adriana Camargo que fue llamado a juicio, tras años de quietud en el caso bajo la Fiscalía de Francisco Barbosa, un fiel defensor del expresidente.
¿Cómo están los bandos de la justicia?
La fiscal del caso, Marlenne Orjuela, se ha mantenido firme en pedir la condena para el expresidente. Aseguró que las pruebas demuestran que Uribe “ideó, promovió y respaldó una estrategia orientada a manipular el curso de la justicia penal, utilizando a terceros con el objetivo deliberado de forzar la retractación de testigos clave y construir una narrativa exculpatoria que favoreciera sus intereses personales”. Por el juicio pasaron un total de 93 testigos: 38 por parte de la Fiscalía.
Orjuela asegura que las pruebas demuestran que Uribe promovió una red para influir en testigos clave como Juan Guillermo Monsalve y Pablo Hernán Sierra. Esa red habría sido liderada por el exabogado de Uribe y también investigado, Diego Cadena. En ese entonces, según las versiones de testigos y lo dicho por la justicia, Cadena buscó a exparamilitares que habían declarado en contra de Uribe para cambiar sus versiones contra el exmandatario. Sin embargo, Uribe lo niega.
Por otro lado, la Procuraduría ha sido enfática en pedir fallo absolutorio. Según Bladimir Cuadro, procurador delegado del caso, no hubo pruebas contundentes en el juicio al expresidente. “La postura que ha dejado de manifiesta este delegado ha sido consistente con la postura de los procuradores que me antecedieron en el cargo y es el resultado de una valoración conjunta y objetiva de los medios de prueba propias de un derecho penal”, señaló.
Mientras tanto, la incertidumbre abunda en el aire. Los seguidores de Uribe ya convocaron manifestaciones para el 28 de julio, mientras que políticos y sectores de izquierda defienden a Iván Cepeda. En la dicotomía, la jueza Heredia tiene una decisión histórica en sus manos que quedará en la memoria del país.
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