La agresión sufrida por Claudia Segura el pasado 27 de julio en el Aeropuerto Internacional El Dorado continúa generando indignación. La víctima fue golpeada por el empresario Héctor Favio Santacruz Marulanda durante una discusión por el uso de una silla en la sala de abordaje. Aunque el hecho fue captado en video y difundido masivamente, las autoridades no actuaron de manera oportuna ni aislaron al agresor de inmediato.
Según Mayte Bayona, abogada de la víctima, la denuncia penal fue radicada formalmente ante la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Engativá, en Bogotá. En declaraciones a medios nacionales, la jurista afirmó que su clienta se encuentra emocionalmente afectada y físicamente lesionada por el golpe recibido, y denunció además que el proceso ante las autoridades ha sido revictimizante.
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“La atención fue descontextualizada y sin enfoque de género. Se hicieron preguntas que parecían minimizar lo ocurrido”, sostuvo Bayona. La víctima también ha manifestado sentirse desprotegida, tanto en el aeropuerto como ante las entidades judiciales encargadas de su caso.
El agresor ya tenía una denuncia previa por lesiones personales
El video que circula en redes sociales no solo evidencia la agresión, sino también la pasividad de la Policía y el personal de seguridad del aeropuerto, cuya respuesta fue tardía e ineficaz. A esto se suma el hecho de que Santacruz ya tenía una denuncia previa por lesiones personales desde 2023, lo que ha despertado interrogantes sobre por qué no se habían tomado medidas preventivas.
En medio del repudio generalizado, Carolina Bautista Loaiza, esposa del agresor, se pronunció a través de sus redes sociales. Aunque reconoció que su pareja debe asumir las consecuencias legales de sus actos, también lo defendió: “Como dice ese viejo refrán, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
El proceso judicial está apenas comenzando, pero ya ha puesto en evidencia fallas estructurales en la atención a víctimas de violencia y la necesidad urgente de protocolos eficaces en espacios públicos. Mientras tanto, Claudia Segura ha pedido garantías de protección, temiendo por su seguridad ante un agresor con antecedentes y en libertad.