Los precandidatos presidenciales del Pacto Histórico, María José Pizarro, Susana Muhamad y Gustavo Bolívar rechazaron la reforma constitucional aprobada por el Congreso de El Salvador que permite la reelección presidencial indefinida. Se opusieron al apoyo que le dio el jefe de Despacho, Alfredo Saade, a esa decisión.
“Lo mismo pasará en Colombia”, trinó Saade. “Celebrar que suba una dictadura fascista no representa ni el proceso del Pacto Histórico y mucho menos al presidente Gustavo Petro”, respondió la exministra y precandidata Susana Muhamad. “En el progresismo y el Pacto no celebramos el autoritarismo ni el ascenso del fascismo”, señaló por su parte Pizarro. Por su parte, Bolívar dijo que “la derecha tiembla ante la posibilidad de que Petro se reelija, pero apoya a Uribe y a Bukele”.
Saade es un fiel defensor de la reelección presidencial. Desde antes de llegar como funcionario del gabinete, era un activista que abogaba por esta posibilidad. Ahora, no ha dejado de hacerlo, a pesar de que el presidente ha dicho varias veces que no le interesa y que constitucionalmente no es viable. Por eso, ha apoyado la idea de hacer una asamblea nacional constituyente. Por eso, ha tenido roces con el progresismo.
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La reelección en El Salvador y alertas a la democracia
Con 57 votos a favor y 3 en contra, el Congreso de El Salvador aprobó la reforma constitucional, impulsada por el partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele. Esta extiende el período presidencial de cinco a seis años y elimina la segunda vuelta electoral. Con esta medida, Bukele terminará su periodo presidencial hasta el 2027 y ese año podría postularse a las elecciones bajo las nuevas reglas.
Los defensores de la reforma argumentan que otorga al pueblo salvadoreño el poder de decidir si un funcionario público, incluido el presidente, debe permanecer en el cargo. Sin embargo, la oposición y organizaciones internacionales de derechos humanos han criticado la medida, calificándola como un “abuso de poder” y una amenaza a la democracia, equiparando la situación con la de países como Nicaragua y Venezuela.
Las luces de reelección en Colombia que han sido rechazadas
La sombra de la reelección viene desde el 2018, en la primera campaña presidencial de Petro. En ese entonces, los argumentos del ‘petrochavismo’ se instauraron e incluso Petro firmó en mármol que no impulsaría una asamblea nacional constituyente con ese fin. Esa sombra siguió vigente en la segunda campaña y apareció con más fuerza a principios del 2024, cuando Petro lanzó el globo de una constituyente.
Desde entonces, la oposición ha alertado que Petro busca reelegirse. Pero él ha cerrado las puertas a esa posibilidad. Ha dicho que la Casa de Nariño es muy ‘fría’. De hecho, el Pacto también se ha opuesto, a excepción de Saade, quien sigue insistiendo en que Petro se reelija. Además, la Constitución no permite la reelección de presidentes desde 2015 y la figura solo puede volver si hay una Asamblea Constituyente o un referendo. Petro solo ha insistido en que sí busca la reelección de su proyecto progresista.
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