Tras la muerte del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, en la madrugada de este lunes 11 de agosto, la Fiscalía calificó su crimen como un magnicidio, un término que se usa para describir el homicidio de una persona con gran relevancia, comúnmente asociado con muertes violentas de representantes políticos.
Aunque el asesinato de Miguel Uribe sería el magnicidio más reciente registrado en Colombia, el país ha sido escenario durante décadas de atentados contra líderes políticos que terminaron de manera fatal y fueron catalogados bajo esta figura.
Miguel Uribe sufrió un atentado el pasado 7 de junio, cuando se encontraba dando un discurso en un parque de Bogotá. Después de dos meses luchando por su vida en la Fundación Santa Fe, falleció. Este hecho ha generado cuestionamientos sobre la seguridad de los representantes políticos, especialmente de quienes aspiran a la Presidencia en 2026. Entre los responsables materiales señalados está un menor de edad, capturado el mismo día del ataque tras disparar contra el senador. Lo ocurrido también trajo a la memoria otros magnicidios en los que el país ya había enfrentado situaciones similares.
Magnicidios que marcaron la historia
El primero que estremeció al país fue el de Jorge Eliécer Gaitán en 1948, líder liberal que fue asesinado a tiros en pleno centro de Bogotá. Su muerte desató el Bogotazo, el cual estuvo marcado por una jornada de protestas, saqueos y violencia que se extendió por toda la ciudad.
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Décadas después, en 1989, el turno fue para Luis Carlos Galán, quien perdió la vida durante un acto político en Soacha. El crimen, atribuido a carteles de narcotráfico y sectores corruptos del Estado, le arrebató al país un candidato que era considerado para muchos como una de sus figuras más fuertes en la lucha contra la mafia.
En 1990, la violencia política golpeó de nuevo con los asesinatos de Carlos Pizarro León Gómez, excomandante del M-19 y candidato presidencial. Pizarro también es el papá de María José Pizarro, quien actualmente anuncio su aspiración a la presidencia del 2026. Este mismo año fue asesinado Bernardo Jaramillo Ossa, líder de la Unión Patriótica.
Unos años antes, en 1987, había sido asesinado Jaime Pardo Leal, también de la UP. El representante político perdió la vida en un ataque que se atribuyó a estructuras armadas y paramilitares.