Una práctica de maltrato animal fue revelada recientemente en Buenaventura, donde perros estarían siendo utilizados como carnada en la pesca de tiburones. La denuncia fue visibilizada por defensores de los animales y ha generado gran indignación en el país.
El pasado 16 de junio, la Fundación Huellas de Amor reportó el rescate de siete cachorritos que según señalan, iban a ser usados como carnada. “No es una película de terror… es la cruel realidad. Estos bebés fueron salvados a tiempo, pero ahora necesitan una segunda oportunidad”, publicó el refugio en sus redes sociales.
Trasladaron a los animales desde Buenaventura hasta Pereira para recibir atención veterinaria, alimentación y cuidado mientras avanzan los procesos de adopción. La fundación explicó que, además del traslado, deben cubrir vacunas, tratamientos y alimentación.
Uno de los casos que más conmovió fue el de Barbitas, un cachorro rescatado en medio de esta práctica y que logró encontrar un hogar. “Su cuerpito estaba marcado por el dolor, pero nunca dejó de tener ganas de luchar”, compartió Huellas de Amor. El actor y comediante Alejandro Riaño adoptó al pequeño perro, difundió la historia y ayudó a visibilizar la situación.
Una problemática que exige atención
Organizaciones locales advierten que esta práctica no es un hecho aislado, sino un reflejo del abandono y la falta de control en las costas de Buenaventura. De acuerdo con información recopilada por rescatistas, en barrios cercanos a zonas costeras se han documentado casos de cachorros usados como carnada, pese a que la ley colombiana prohíbe expresamente estas prácticas.
Lea también: Alerta por posible tráfico de perros colombianos al exterior
Aunque las fundaciones hacen lo posible por rescatar y trasladar a los animales, denuncian que trabajan con recursos mínimos y sin garantías de seguridad. Ante esto, insisten en que se necesitan acciones contundentes de las autoridades para frenar la crueldad y proteger a los animales más vulnerables.