El norte del Cauca vuelve a ser escenario de la violencia pues Samuel Londoño Escobar, de 17 años e hijo del exalcalde de Miranda y actual gerente de la Licorera del Cauca, Samuel Londoño Ortega, fue secuestrado por hombres armados. Esto ocurrió cuando se desplazaba en motocicleta en compañía de dos jóvenes más por la vía que comunica este municipio con Florida, Valle del Cauca.
Según la información oficial, los secuestradores interceptaron al adolescente, lo obligaron a abandonar el vehículo y lo subieron a una camioneta que tomó rumbo hacia una zona montañosa limítrofe con el Valle. La denuncia fue alertada por la misma comunidad, que observó el momento en que el menor fue retenido por la fuerza.}
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El alcalde de Miranda, Walter Zúñiga Barona, rechazó de manera categórica el hecho, al que calificó como “un acto que atenta contra la paz y la convivencia local”. El mandatario pidió la intervención de la Defensoría del Pueblo, la Misión de Apoyo de la OEA y el Comité Internacional de la Cruz Roja para facilitar la liberación del joven.
Disidencias de las Farc, bajo sospecha
La Gobernación del Cauca expresó su solidaridad con la familia e hizo un llamado al respeto por la vida e integridad del menor. Paralelamente, el Gaula de la Policía y el Ejército activaron un plan candado con el apoyo de la Guardia Indígena para tratar de ubicar a los responsables.
En la región delinquen varias estructuras armadas ilegales, entre ellas las disidencias de las Farc frentes Dagoberto Ramos, Jaime Martínez y Yair Bermúdez, así como unidades del ELN, lo que ha llevado a que las autoridades no descarten ninguna hipótesis. Hasta ahora, no se han recibido comunicaciones ni exigencias económicas por parte de los secuestradores.
El secuestro se produce en un contexto marcado por la disputa entre grupos ilegales por rutas del narcotráfico y cultivos ilícitos, una situación que mantiene en zozobra al norte del Cauca. Mientras avanza la búsqueda, familiares, autoridades locales y comunidad exigen la pronta liberación del joven y garantías para la población civil en medio de la escalada de violencia en la región.