El presidente Gustavo Petro lamentó y condenó la muerte de los artistas colombianos Bayron Sánchez Salazar, conocido como B-King, y Jorge Luis Herrera, llamado artísticamente Regio Clown, quienes fueron hallados sin vida en el Estado de México tras su desaparición el pasado 16 de septiembre en Ciudad de México.
A través de un mensaje en su cuenta de X, el mandatario expresó su dolor y repudio por el crimen, al afirmar que con este caso “asesinaron a nuestra juventud”. Además, señaló que detrás de tragedias como esta existe una estructura criminal alimentada por el narcotráfico y las políticas internacionales que, según él, han fracasado en su propósito. “Más jóvenes asesinados por una política antidrogas que no es antinarcotraficante”, agregó en su publicación.
El jefe de Estado aprovechó la ocasión para cuestionar lo que denominó una “mafia internacional fortalecida por la estúpida política militar y prohibicionista, llamada guerra contra las drogas”, con la que, a su juicio, América Latina ha cargado durante décadas sin resultados efectivos.
Los últimos momentos de los artistas
B-King y Regio Clown habían desaparecido tras anunciar que acudirían a un gimnasio en la zona de Polanco, en la capital mexicana. De acuerdo con el mánager de B-King, Juan Camilo Gallego, el último contacto que tuvo con el artista fue alrededor de las 4:30 de la tarde del día de la desaparición. En ese mensaje, el cantante comentó que luego del entrenamiento se reuniría con dos personas y posteriormente asistiría a una cita pactada con él en horas de la noche.
El representante también explicó que el viaje tenía como objetivo la primera presentación de B-King en un club de México, mientras que Regio Clown ya residía desde hace años en ese país. Ambos habían comprado tiquetes de regreso a Colombia para el 17 de septiembre, lo que descartaba, en principio, un interés de permanecer más tiempo en territorio mexicano.
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Según con las versiones de su círculo cercano, no existieron acercamientos de grupos narcotraficantes ni exigencias para presentaciones privadas, como algunos rumores lo insinuaban. No obstante, Gallego no descartó que el hecho pudiera estar relacionado con un secuestro, dado que no recibieron llamadas extorsivas en los días posteriores a la desaparición.
El caso continúa bajo investigación por parte de las autoridades mexicanas, mientras que en Colombia el mensaje del presidente Petro ha despertado un amplio debate sobre la efectividad de las políticas de seguridad y el impacto de la violencia contra jóvenes artistas latinoamericanos.