Desde el pasado domingo 14 de diciembre, el ELN inició un paro armado de 72 horas que concluyó en la mañana del miércoles 17. Por ahora, Santander, Cauca, Valle del Cauca y Caribe han sido los departamento más afectados por la ola de violencia que ha desatado esta guerrilla. Según cifras del Ministerio de Defensa, se han registrado unos 51 ataques en todo el país.
De estos ataques, 38 han sido de “terrorismo mediático” como instalación de banderas alusivas al ELN, grafitis, cilindros, panfletos y amenazas. El restante, han sido explosiones y ataques contra la Fuerza Pública y la población civil. Por su parte, el presidente Gustavo Petro ha calificado a los guerrilleros de ser “traquetos disfrazados de revolucionarios” y aseguró que su orden era atacar a ese grupo armado.
Este es el cuarto paro armado del ELN en lo que va del 2025. El anuncio, dado bajo la excusa de protesta contra el “neocolonialismo” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se da en medio de una crisis de la mesa de diálogos con el gobierno. También del recrudecimiento del conflicto en el país. La Defensoría ha hecho un llamado para desescalar la violencia.
Contexto: Petro rechaza paro armado del ELN: “traquetos vestidos de revolucionarios”.
El paro armado del ELN y los ataques
Fueron tres días en los que el país se mantuvo en vilo por el paro armado. La excusa: protestar en contra “las amenazas de intervención imperialista” en Colombia. Sin embargo, tal como señaló la defensora del Pueblo, Iris Marín, los ataques del ELN en este paro lejos de afectar a quienes dice dirigirse, ha afectado a la población civil de Colombia.
El domingo 14, horas después del inicio del paro, el departamento del Cauca registró por lo menos 5 ataques. Hubo un cilindro en zonas de los municipios de Cajibío, Piendamó, Patía, Caldono y Santander de Quilichao. Ese mismo día, en la carretera Cúcuta-Pamplona, se hallaron cilindros con posibles explosivos y mensajes del ELN. Al día siguiente, el 15 de diciembre, cerca de las 2:15 de la madrugada, en Puerto Santander, un conductor de ambulancia murió tras un hostigamiento contra una estación de Policía.
Ese día también el ELN, entre las 2:30 y 3 de la madrugada, atacó una subestación de Policía de Cuatro Vías en Maicao, La Guajira. Además, se habló de un posible cilindro bomba, pero la Policía descartó que se tratara de un artefacto explosivo. Ese día, además, ese grupo armado destruyó el peaje La Lizama, situado en la vía entre Bucaramanga y Barrancabermeja (Santander). Una funcionaria resultó herida.
El 16 de diciembre, un explosivo alojado en un colchón en el barrio Mariano Ramos, de Cali, cobró la vida de los policías Leandro Gómez Ochoa y Robert Stiven Melo Londoño. Ese mismo día, el ELN atacó con ráfagas de fusil el Batallón de Infantería Liviana No. 31 Rifles, en el sector de La Paulina (Valdivia, Antioquia). Un menor de cinco años resultó herido.
En la noche del 16, el ELN atacó una base militar en Villanueva, La Guajira. E intentó tomarse ese municipio, aunque el Ejército frenó la ofensiva. Y en el municipio de Uribia, hubo ataques a una tractomula con disparos. Pusieron una bandera alusiva al ELN y un artefacto en la carretera que conduce hacia Uribia. Al día siguiente, en la madrugada del miércoles 17 de diciembre, el ELN atentó con explosivos contra la línea férrea del Cerrejón, en el Kilómetro 12, en el sector conocido como La Garita, del municipio de Albania.
Cuatro paros armados en lo que va del 2025
El ELN ha anunciado cuatro paros armados durante 2025. El primero inició el 18 de febrero de 2025, también por 72 horas. Afectó la subregión del San Juan (municipios de Istmina, Medio San Juan, Sipí, Nóvita y Litoral del San Juan). Dejó a más de 3,500 personas desplazadas y miles de familias confinadas. El ELN justificó la medida alegando una supuesta connivencia entre la Fuerza Pública y el Clan del Golfo (AGC) en la región.
El segundo se enmarcó entre enero y marzo con paros y bloqueos en el Catatumbo, producto de confrontación entre el ELN y las disidencias de “Calarcá”. La escalada se vivió entre el 16 de enero y finales de marzo del 2025. Hubo paros de transporte impuestos por el ELN en la vía Cúcuta-Ocaña y ataques directos el 10 de marzo en La Playa de Belén. El gobierno declaró el “estado de conmoción interior” en la región el 24 de enero debido a la parálisis.
El tercero fue el paro regional en el suroccidente y oriente. Se dio entre el 5 y 9 de mayo de 2025. Se concentró en los departamentos de Cauca, Arauca y Cesar. Fue una medida de presión tras el estancamiento de las negociaciones de paz. En el Cesar, se registraron ataques a la infraestructura vial y restricciones severas al transporte de carga.
El ataque de disidencias a Buenos Aires, en medio del cuarto paro del ELN
Mientras el ELN sitió a Colombia en un paro armado, el 16 de diciembre, Cauca fue epicentro de la violencia por parte de las disidencias de alias “Iván Mordisco”. Durante siete horas, ese grupo armado atacó a la población civil con ráfagas de fusil y granadas. Además, destruyeron la sede del Banco Agrario y dos policías fueron asesinados. Según información oficial, el ataque habría sido ordenado por alias Marlon.
Mientras las disidencias atacaban el casco urbano de Buenos Aires, el ELN mantenía bloqueada la Vía Panamericana y rutas secundarias con banderas y explosivos, impidiendo el flujo de refuerzos y suministros médicos. El paro del ELN obligó al Ejército a dispersar sus tropas en 8 departamentos, lo que fue aprovechado por otros grupos armados para lanzar ofensivas locales.
Una mesa de paz congelada con ELN
La mesa está suspendida oficialmente desde enero de 2025. El detonante fue la ofensiva del ELN en el Catatumbo y el Chocó. El gobierno Petro emitió la Resolución 15 de 2025, en la cual se suspendió el desarrollo de la mesa. Argumentó una “ausencia de voluntad de paz” por parte del ELN.
“Es hora de reiniciar los contactos con el ELN… Pruebe la paz de Colombia”, dijo el presidente Gustavo Petro el 13 de octubre de este año. Lo hizo tras nueve meses de parálisis y el mensaje fue enviado a Pablo Beltrán, el guerrillero que está al frente de las negociaciones como vocero del ELN. Por eso, hubo un intercambio de mensajes públicos donde el ELN pidió “garantías de cumplimiento” y el gobierno exigió el fin de los secuestros y los paros armados. Se habló de una reunión en Caracas o Ciudad de México a finales de este año, pero no se concretó por nuevos ataques.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro arremetió en contra del ELN tras anunciar un paro armado de tres días en todo el país “en contra de Donald Trump”. Petro aseguró que era una amenaza a Colombia e invitó a toda la población a no dejarse intimidar y salir a las fiestas de Navidad. “El miedo paraliza y no nos dejaremos amenazar ni por potencias extranjeras ni por traquetos vestidos de revolucionarios”, señaló el presidente.
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