Cali celebró el cierre de la COP16 con un vibrante evento en la Plaza de Caicedo, donde miles de personas se reunieron para vivir una clase masiva de salsa. El objetivo: romper el récord Guinness por la clase de salsa más grande del mundo. Desde las 5:00 p.m., el viernes 1 de noviembre, caleños y turistas hicieron largas filas para participar en esta actividad que reafirma el título de Cali como la ‘capital de la salsa’. Aunque el récord no se concretó debido a incidentes de orden público en los alrededores, esto no impidió que los asistentes disfrutaran de una jornada llena de baile y música.
Entre el público se destacaron figuras como el alcalde Alejandro Eder y la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, quienes también se sumaron a la fiesta salsera. En total, alrededor de 2.000 personas participaron en esta clase sin costo alguno, ya que el acceso era gratuito. Emcali aportó al ambiente festivo regalando kits a las primeras mil personas que ingresaron, lo que incentivó a muchos a disfrutar la actividad al máximo.
Broche de oro para la COP16
Para cerrar el evento con estilo, los asistentes disfrutaron de un espectáculo de bailarines expertos que iluminó la Plaza de Caicedo con coreografías de salsa. Además, a las 6:00 p.m., se realizó una emotiva jornada de aplausos en homenaje a la biodiversidad, la reconciliación y el papel de Cali como excelente anfitriona de la cumbre. Este acto simbólico resonó entre los presentes, destacando el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente.
Tras el éxito que tivo este magno evento, desde diversos sectores se ha calificado esta cumbre como un hito en la historia de la COP, gracias tanto a sus logros ambientales como a la participación de la comunidad local y visitantes.
Por otro lado, en cuanto al impacto turístico, las cifras de la primera semana superaron las expectativas. Según el Centro de Información Turística del Valle del Cauca, 15,237 turistas utilizaron los servicios de hospedaje en Cali, mientras que 23,600 visitantes adicionales acudieron para actividades culturales, gastronomía y transporte, generando un impulso significativo para la economía local.
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Con eventos como este, Cali no solo demostró su cultura salsera sino que consolidó su papel en la preservación ambiental global, cerrando la COP16 con el sabor único de su identidad cultural.
