La trágica muerte de Diogo Jota, delantero portugués del Liverpool, ha conmocionado al mundo del fútbol. Su compañero de equipo, el colombiano Luis Díaz, compartió un emotivo mensaje en redes sociales. La noticia, que sacudió al club inglés y a toda Europa, sigue generando expresiones de dolor y homenajes que recuerdan la calidad humana y futbolística del jugador.
Luis Díaz no se quedó en silencio, puesto que publicó unas sentidas palabras que revelan la cercanía entre ambos futbolistas. “No tengo palabras… Me duele en el alma”, escribió. “No solo por lo que fue en la cancha, sino por la persona que fue fuera de ella. Hay gestos que uno nunca olvida, y Diogo tuvo uno conmigo que me acompañará toda la vida”.
Díaz hizo referencia a un momento que marcó su vida personal: cuando su padre fue secuestrado en Colombia y Jota, tras marcar un gol, le dedicó el tanto como muestra de solidaridad. Ese gesto fue ampliamente recordado este jueves en redes sociales. La imagen de aquel abrazo simbólico entre ambos se viralizó de nuevo, cargada ahora de nostalgia.
Liverpool rinde homenaje a su número 20
Desde el club inglés, la respuesta institucional también ha sido profunda. Liverpool anunció la apertura de libros físicos y digitales de condolencias para los aficionados que deseen dejar mensajes. Además, se tomó la decisión de retirar la camiseta número 20 que portaba Jota.
“Honraremos su legado dentro y fuera del campo”, aseguró el club en un comunicado. Jota, quien llegó a Anfield en 2020, también jugó en el Oporto y el Wolverhampton. Su carrera estuvo marcada por su talento, pero también por su discreta y cálida personalidad.
También, el padre de Luis Díaz, Mané Díaz, también expresó su pesar por la tragedia. En un mensaje breve pero sentido, envió palabras de consuelo a los familiares de Jota y su hermano André, quien también falleció en el accidente. “Nos unimos al dolor de sus seres queridos y de toda la familia del fútbol en este difícil momento. Que sus almas descansen en paz”, afirmó.
La muerte de Diogo Jota ha dejado una huella profunda en Liverpool, Portugal y en el corazón de sus compañeros. Su partida inesperada deja una ausencia que va mucho más allá del terreno de juego.