Mommy, uno de los últimos especímenes de la tortuga de las Islas Galápagos del oeste de Santa Cruz, llegó al zoológico de Filadelfia en 1932, quienes hayan visitado el zoológico en los últimos 92 años, probablemente la hayan visto. En las últimas semanas, Mommy se convirtió en madre, a pesar de sus más de 100 años de edad.
Desde que arrivó en Filadelfia hace casi un siglo, es la primera vez que tiene crías. Esto tras conocer a Abrazzo, la tortuga macho que se mudó a Filadelfia en 2020 tras vivir en el jardín Riverbanks de Carolina del Sur, donde se reprodujeron con éxito tortugas de las Galápagos de Santa Cruz occidentales en 2019.
En esta ocasión, los longevos padres vieron eclosionar a su primera cría el 27 de febrero del 2025, después de que Mommy pusiera 16 huevos en noviembre de 2024. El equipo de cuidadores de las tortugas, decidió dividir los huevos en dos incubadoras, una con una temperatura para que nacieran machos y otra para las hembras, debido a que el sexo de las crías de las tortugas de Galápagos lo determina la temperatura a la que son expuestas en la arena.
Desde entonces han eclosionado cuatro crías, pero solo del sexo femenino. Esto marca un hito en los más de 150 años de historia del zoológico, debido a que Mommy y Abrazzo pertenecen a una especie que ha luchado por sobrevivir en la naturaleza.
Antes del nacimiento de estas nuevas crías, en el mundo solo existían 44 ejemplares de tortugas gigantes del oeste de Santa Cruz en todos los zoológicos de Estados Unidos. Por lo que la eclosión de estas nuevas tortugas que hacen parte de un nuevo linaje genético le da esperanza a una especie que lucha por sobrevivir en medio de amenazas como la pérdida de su hábitat, el cambio climático y la caza ilegal en el oeste de Santa Cruz al borde de la extinción.
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