Controversia han generado las palabras del Papa Francisco, quien pide acortar las misas porque la gente se duerme en los sermones.
En los últimos días se han conocido algunos llamados hechos por el Papa Francisco que generan todo tipo de comentarios. El más reciente fue en relación al tiempo de los sermones u homilías.
El sumo pontífice le hizo un llamado a los sacerdotes católicos en todo el mundo. Lo hizo durante su tradicional audiencia general que se hace cada semana.
Francisco dijo en medio de su intervención que “la homilía debe ser corta. Una imagen, un pensamiento, un sentimiento”.
“La homilía no debe superar los ocho minutos. Tras ese lapso de tiempo, se pierde la atención [de los fieles], la gente se duerme, y tienen razón. Así es como debe ser una homilía y eso es lo que quiero decirle a los curas que hablan tanto. No se entiende de lo que hablan”, enfatizó el líder de la iglesia católica.
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Cabe recordar que en 2023, el Papa Francisco había dicho que las homilías extensas eran “un desastre”. También es importante destacar que durante los últimos años, muchos sacerdotes han renovado su forma de impartir el mensaje. Hoy por hoy, hacen de la eucaristía un espacio más ameno. Allí, las personas disfrutan y se sienten cómodas mientras reciben los sermones religiosos.
Papa Francisco: “Hay demasiada mariconeria en alguno seminarios”
El sumo pontífice ha generado controversia durante una asamblea de la Conferencia Episcopal Italiana con una afirmación que no fue bien recibida por la comunidad LGBTI. En su intervención, el Papa comentó que “ya había mucha mariconería”, refiriéndose a las personas homosexuales que participan en algunas de las mismas reuniones.
La polémica se incrementa debido a la postura del Vaticano, que no respalda la presencia de personas homosexuales en los seminarios, manteniéndose fiel a sus creencias. El Papa habría utilizado una palabra despectiva en italiano, ‘frocciagine’, cuya traducción se refiere a ‘mariconería’, durante la cumbre con los obispos italianos el pasado 20 de mayo.
Asimismo, el Papa reafirmó que “la Iglesia respeta profundamente a las personas implicadas, pero no puede admitir en el seminario ni en las Sagradas Órdenes a quienes practican la homosexualidad, tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura gay”.
La declaración ha suscitado diversas reacciones, tanto de apoyo como de rechazo. Por un lado, algunos sectores dentro de la Iglesia y fieles conservadores aplauden la reafirmación de las enseñanzas tradicionales. Por otro, defensores de los derechos LGBTI y miembros de la comunidad han expresado su decepción y descontento. Consideran las palabras del Papa como un retroceso en la lucha por la inclusión y aceptación.