El conflicto entre Ucrania y Rusia llegó este martes a un momento crucial al cumplirse 1.000 días desde el inicio de la ofensiva rusa. La jornada estuvo marcada por un ataque en la región ucraniana de Sumi, que dejó siete muertos, incluido un niño. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, compartió las imágenes de los equipos de rescate retirando cadáveres de entre los escombros y aprovechó para hacer un llamado urgente a sus aliados internacionales: “Obliguen a Rusia a la paz”.
No obstante, el presidente Vladimir Putin firmó un decreto que amplía las condiciones bajo las cuales Rusia podría usar armas nucleares. Según el Kremlin, la medida permite responder con este tipo de armamento a países que, como Ucrania, no tienen capacidad nuclear propia pero reciben apoyo militar de potencias atómicas como Estados Unidos. Desde su perspectiva, esta decisión era necesaria para “adaptar nuestras políticas a la situación actual”, según explicó su portavoz, Dmitri Peskov, quien también reiteró que la operación militar continuará hasta lograr los objetivos rusos.
En respuesta, Ucrania reforzó su posición. La cancillería del país aseguró que jamás se someterán a los ocupantes y que los responsables de violaciones al derecho internacional serán castigados. Además, subrayaron que la paz solo se logrará a través de la fuerza y la resistencia, rechazando cualquier sometimiento ante las condiciones impuestas por Moscú.
Estados Unidos dio luz verde para que Ucrania utilice misiles
En paralelo, Estados Unidos dio luz verde para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra objetivos rusos, una decisión que podría cambiar el curso del conflicto. Estos misiles, según reportes, estarían dirigidos inicialmente a la región rusa de Kursk, donde tropas norcoreanas han sido desplegadas en apoyo a las fuerzas rusas.
El frente oriental también enfrenta un momento crítico. Las fuerzas ucranianas, especialmente en las cercanías de Kupiansk y Pokrovsk, denuncian el uso de sustancias químicas prohibidas por parte de las tropas rusas. Pues se confirmó el hallazgo de gas antidisturbios prohibido en estas zonas. Kiev calificó estas acciones como una muestra más del desprecio de Rusia por las leyes internacionales e instó a sus aliados a tomar medidas concretas en respuesta.
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Con el paso de los días, el conflicto sigue intensificándose. Las decisiones estratégicas, las violaciones a las normativas internacionales y la creciente participación de aliados externos complican aún más la posibilidad de alcanzar una solución pacífica. A medida que Ucrania y Rusia endurecen sus posiciones, el impacto devastador del conflicto continúa creciendo, tanto en el frente de batalla como entre la población civil.
