El gobierno de Ecuador, bajo la dirección del presidente Daniel Noboa, implementará un programa de ayuda económica para los ecuatorianos deportados de Estados Unidos. Los beneficiarios recibirán 470 dólares mensuales durante tres meses, una suma equivalente al salario mínimo del país. La medida busca facilitar la reinserción de estas personas en su entorno y proporcionar estabilidad tras su retorno forzado. Noboa enfatizó que esta iniciativa forma parte de un plan integral para fortalecer la economía de los migrantes retornados y evitar que vuelvan a intentar una travesía peligrosa hacia el norte.
Con este subsidio temporal, el gobierno espera que los retornados puedan cubrir sus necesidades básicas mientras encuentran oportunidades de empleo. Además, se buscará vincularlos a programas de empleo y emprendimiento para que logren establecerse nuevamente en Ecuador sin recurrir a la migración irregular.
Condiciones para acceder al bono
El decreto presidencial establece que para acceder a la ayuda financiera, los solicitantes deben ser mayores de edad, no tener antecedentes penales ni haber cometido delitos graves, y estar registrados en el listado oficial de migrantes deportados elaborado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.
Las autoridades ecuatorianas han señalado que este proceso de selección se realizará con estrictos controles para evitar fraudes y asegurar que la ayuda llegue a quienes realmente la necesiten. Se espera que el Ministerio de Inclusión Económica y Social coordine la entrega del bono junto con las alcaldías y gobiernos locales, garantizando que los beneficiarios sean informados y puedan acceder al subsidio sin dificultades.
Becas y capacitaciones para una nueva oportunidad
Además del bono económico, la administración de Noboa implementará programas de educación y capacitación laboral. Los migrantes deportados tendrán acceso a becas de estudio y cursos de formación para facilitar su reincorporación al mercado laboral ecuatoriano. El gobierno busca convertir este desafío en una oportunidad para que los ciudadanos deportados logren estabilidad en su país de origen.
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Asistencia inmediata a deportados al llegar a Ecuador
El plan de apoyo también incluye medidas de asistencia inmediata para los ecuatorianos que regresan. Al llegar al país, los deportados reciben un kit básico con implementos personales y una ayuda económica para el transporte hacia sus localidades de origen. Esta iniciativa se ejecuta en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, con el objetivo de garantizar un retorno digno y ordenado.
Estos centros de atención funcionarán en las principales ciudades receptoras, como Quito, Guayaquil y Cuenca, donde los migrantes podrán recibir información sobre empleo, salud y oportunidades educativas. Noboa aseguró que el gobierno trabajará en conjunto con organizaciones humanitarias para ampliar los recursos disponibles para los retornados.
Incremento de deportaciones y cooperación internacional
Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el endurecimiento de las políticas migratorias ha resultado en un aumento de las deportaciones de ecuatorianos. En los últimos dos años, más de 32.000 personas fueron repatriadas en vuelos de deportación. Tan solo la semana pasada, Ecuador recibió cuatro vuelos con aproximadamente 400 migrantes en situación irregular.
La embajada de EE. UU. en Ecuador reafirmó su compromiso con la cooperación bilateral en estos procesos, asegurando que las deportaciones se realizan bajo protocolos de seguridad. Mientras tanto, el gobierno ecuatoriano fortaleció su red consular para brindar asesoría legal y apoyo a sus ciudadanos en Estados Unidos, con la intención de reducir el impacto de estas medidas en la población migrante.
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Un anuncio en medio del contexto electoral
El anuncio del presidente Noboa llega en un momento clave, a pocos días de las elecciones generales en Ecuador. Con su candidatura para un mandato completo en juego, esta medida podría fortalecer su imagen como líder comprometido con los migrantes retornados. Sin embargo, sus opositores han cuestionado el momento de la iniciativa, señalando que podría tratarse de una estrategia electoral para ganar votos. La oposición critica que el bono podría convertirse en un mecanismo de captación de apoyo en sectores vulnerables.
A pesar de la controversia, el gobierno insiste en que esta acción responde a la necesidad de atender a miles de ecuatorianos que regresan al país en condiciones adversas. La implementación del programa marcará un precedente en la política migratoria de Ecuador y podría influir en futuras estrategias de reinserción para migrantes deportados. En las próximas semanas, el Ejecutivo prevé presentar nuevas políticas para garantizar un retorno digno y sostenible a largo plazo.