El renacimiento del lobo terrible gracias a la biotecnología ha abierto una puerta que antes parecía exclusiva de la ciencia ficción. La empresa Colossal Biosciences logró este hito mediante ingeniería genética, lo que ha inspirado a la comunidad científica a considerar la posibilidad de traer de vuelta otras especies extintas. Esta tendencia, conocida como desextinción, se basa en recuperar material genético bien conservado para recrear animales desaparecidos.
Aunque la idea evoca escenarios al estilo de Jurassic Park, los investigadores son enfáticos al afirmar que los dinosaurios, por ahora, están fuera del alcance científico. La razón es que el ADN de estos reptiles prehistóricos no ha resistido el paso de millones de años. Sin embargo, otras seis especies cuentan con suficiente respaldo genético como para aspirar a una posible reaparición en el mundo moderno.
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Mamut lanudo, podría revivir dentro de la especies extintas
El mamut lanudo, que alguna vez vagó por la tundra euroasiática y norteamericana, podría volver a la vida en los próximos años. Gracias a los restos conservados en el permafrost, los científicos han podido recuperar ADN en excelente estado, lo que permite ensamblar una secuencia genética parecida a la del animal original. Colossal Biosciences asegura que tendrá las primeras crías para 2028, producto de la combinación genética con elefantes asiáticos.
Este avance ya tuvo una primera fase: los “ratones lanudos”, que replican características del mamut, fueron un experimento exitoso. Mediante transferencia nuclear, los investigadores implantan material genético antiguo en óvulos de especies actuales para desarrollar embriones viables. El objetivo no solo es revivir al mamut, sino restaurar ecosistemas que desaparecieron junto a él.
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El dodo: símbolo de la extinción
El dodo fue víctima directa de la actividad humana. Esta ave no voladora, endémica de la isla Mauricio, fue extinguida por la llegada de colonizadores europeos y sus especies invasoras, que arrasaron sus nidos. Aunque desapareció en el siglo XVII, su ADN se conservó en especímenes de museos, permitiendo ensamblar su genoma completo en 2022.
Colossal Biosciences trabaja en recrear al dodo usando este material genético. A diferencia del mamut, su proceso de gestación es más sencillo porque se puede desarrollar en huevos. No obstante, el reto es evitar la clonación masiva y promover una población con diversidad genética. El proyecto avanza con pasos firmes hacia una posible reintroducción en su hábitat original.
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Lobo de Tasmania: carnívoro rayado
El tilacino, o lobo de Tasmania, fue un marsupial carnívoro que prosperó en Australia hasta su extinción en 1936. Su caza masiva por parte de colonos europeos redujo la población hasta su desaparición. Sin embargo, su regreso no está descartado: existen muchos especímenes preservados en museos, lo que ha facilitado la recolección de ADN.
Andrew Pask, genetista australiano, lidera los esfuerzos para revivirlo. Aunque el material genético está fragmentado, su equipo ya ha secuenciado el genoma completo. Actualmente enfrentan el reto de crear una secuencia funcional, pero con el respaldo de Colossal, el tilacino podría volver a caminar por los bosques de Tasmania en un futuro cercano.
El avance de la biotecnología ha convertido en posibilidad lo que antes parecía un sueño lejano: revivir especies extintas. Iniciativas como las de Colossal Biosciences demuestran que, mediante la ingeniería genética y el uso de ADN antiguo, es factible recrear animales como el mamut lanudo, el dodo o el lobo de tasmania. Estos proyectos no solo representan un hito científico, sino también una oportunidad para reparar, en parte, el daño que los humanos han causado a la biodiversidad.
