Este viernes 25 de abril, Ecuador despertó con un fuerte sismo de magnitud 6.3 que tuvo como epicentro la provincia de Esmeraldas. El movimiento telúrico se sintió en varias ciudades del país vecino y habría causado daños estructurales en diferentes zonas del territorio.
El temblor se registró alrededor de las 6:44 de la mañana, según informó el Servicio Geológico Colombiano. La profundidad fue menor a 30 km y su localización fue cerca a la costa ecuatoriana.
“En Popayán se sintió leve”, “En Nariño se sintió super fuerte”, “En Guayaquil, Ecuador estuvo fuerte aunque duro pocos segundos”, “En el norte de Cali se sintió suave pero un poco largo”, escribieron algunos usuarios luego de que el Servicio Geológico Colombiano publicara sobre el movimiento.
En redes sociales, varios ciudadanos compartieron imágenes que muestran escombros, edificaciones colapsadas o con afectaciones visibles. Además de los daños materiales, el sismo provocó problemas en el servicio de energía eléctrica en distintos sectores del país.
Replicas y falsas alarmas
Tan solo 20 minutos después, se presentó otro sismo de magnitud 4.1 en Guayas, a una profundidad de cerca de 86 km, según el Instituto Geofísico de Ecuador. Este nuevo movimiento generó más preocupación en la población, especialmente por la posibilidad de una alerta de tsunami.
Sin embargo, el Instituto Oceanográfico de la Armada de Ecuador (INOCAR) descartó esa hipótesis, asegurando que “no existe amenaza de tsunami para la costa ecuatoriana”.
Desde las 7:45 de la mañana, el Servicio Integrado de Seguridad de Ecuador informó que en Esmeraldas fue instalado un Puesto de Mando Unificado. “El Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas y otras instituciones de primera respuesta analizan la situación”, mencionaron en redes sociales.
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Este nuevo movimiento sísmico revive la memoria del devastador terremoto que golpeó a Ecuador en abril de 2016, también con epicentro en Manabí y Esmeraldas. En aquella ocasión, la magnitud fue de 7.8 y dejó más de 600 personas fallecidas, además de incalculables daños materiales.
Por tratarse de una zona fronteriza, el temblor también se sintió en territorio colombiano, especialmente en el departamento de Nariño. Frente a esto, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres anunció que, de acuerdo con la Dimar Colombia, no existe amenaza de tsunami para la costa del Pacífico de Colombia tras el sismo de magnitud 6.3 cerca de la costa del Ecuador.