El Papa León XIV, nombrado el 8 de mayo tras varios días de cónclave, visitó la tumba del Papa Francisco en la Basílica Liberiana, en Roma, en su primer día como pontífice. Este gesto sería un homenaje para resaltar su respeto por el legado de su predecesor y su conexión con la comunidad católica mundial.
León XIV, quien asumió el liderazgo de la Iglesia Católica a los 69 años, se dirigió directamente a la Basílica de Santa María la Mayor, donde se detuvo ante la tumba de Francisco. Allí, en silencio, colocó una rosa blanca sobre el mármol con la inscripción “Franciscus”, un acto simbólico que, según informó ‘Vatican News’, refleja el profundo respeto y la admiración hacia el Papa argentino.
A pesar de ser un momento fuera del horario habitual de visitas, la llegada de León XIV fue recibida por un grupo de fieles, que sorprendidos celebraron su llegada con aplausos y gritos de “¡Leone, Leone!” Al llegar a la Basílica, el Papa se acercó a la capilla de la Salus Populi Romani, donde rezó ante el icono del santo patrón de Roma, en otro gesto de respeto para la iglesia católica.
Papa León XIV en su visita a la tumba del Papa Francisco
El Papa León XIV también aprovechó su visita para acercarse a los fieles que se encontraban en el lugar. Salió al encuentro de un grupo de monjas, mujeres y niños que habían logrado acercarse a la zona cercada para saludarlo.
Lea también: Los papas más polémicos en la historia de la Iglesia Católica
La llegada de León XIV a la cabeza de la Iglesia Católica se dio tras la muerte del Papa Francisco, quien dejó un legado significativo, especialmente por las acciones que lo hicieron particular, algunos consideran que logró que muchos jóvenes se acercaran a la iglesia.
La expectativa sobre quién tomaría las riendas de la Iglesia tras su partida fue grande, la elección de León XIV ha generado tanto esperanza como incertidumbre entre los millones de fieles que siguen con atención los movimientos del Vaticano.
