Las autoridades colombianas han arrestado a diez individuos acusados de introducir migrantes ilegales al país. Jan Pieter de Vrijer Molina, considerado el líder de la organización, supervisó durante siete años la logística, el alojamiento, la alimentación y la falsificación de documentos para los migrantes.
Esta red facilitaba la entrada y salida ilegal de migrantes mediante un esquema de tráfico de personas. Utilizaban una empresa ficticia de servicios de limpieza como fachada y trasladaban a los migrantes en canecas de basura. Los operarios de limpieza transportaban a los extranjeros desde las zonas restringidas del aeropuerto internacional el Dorado a las áreas públicas, evitando así los requisitos legales.
La organización realizaba trasbordos de migrantes en Medellín, una ciudad estratégica para sus operaciones ilegales. Utilizaban vehículos particulares sin intermediarios, lo que les permitía obtener ganancias considerables mientras evadían las medidas de seguridad.
En el marco de los allanamientos, las autoridades incautaron 19 pasaportes, 11 teléfonos celulares, más de 71 millones de pesos en efectivo, 150 dólares canadienses y más de 29 mil euros. Además, en una residencia en Bogotá adaptada como hotel de paso, se encontraron ocho migrantes cubanos que fueron entregados a Migración Colombia.
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