En el entorno político del presidente Gustavo Petro, se está gestando una nueva ola de movimientos ministeriales dentro de su gobierno. A medida que se acerca el ciclo electoral de 2026, varios ministros, tanto de izquierda como de centro, están evaluando su permanencia en el gabinete. Este proceso podría dar lugar a nuevas renuncias que se extenderán desde diciembre hasta marzo, cuando se cierra el plazo legal para evitar la inhabilitación para candidaturas. Aunque se anticipan cambios importantes, la situación actual refleja un gabinete que atraviesa momentos de tensión interna.
Renuncias previsibles y escenario electoral
El presidente Petro, que ya ha enfrentado una serie de ajustes ministeriales, podría ver en los próximos meses la salida de ministros clave. Entre los más mencionados se encuentra el canciller Luis Gilberto Murillo, cuya renuncia parece inevitable. Su permanencia en el gobierno ha sido cuestionada debido a la situación diplomática con Venezuela, particularmente por el reconocimiento del régimen de Nicolás Maduro. La decisión de si se marcha en diciembre o enero dependerá de la situación política y de las tensiones en torno a la posesión presidencial de Maduro en enero de 2025.
Murillo ha sido visto como una posible carta para las elecciones presidenciales de 2026, con una imagen política que lo ha acercado al presidente Petro. Sin embargo, los cambios en el gabinete también implican que otros nombres, como la directora del Dapre, Laura Sarabia, se perfilen como posibles reemplazos para ocupar la Cancillería. Un cargo que ella misma ha manifestado interés en liderar.
El debate interno y la influencia de Benedetti
El gabinete de Petro también está marcado por la llegada de figuras como Armando Benedetti, quien ha generado un ambiente de discordia dentro del gobierno. Algunos ministros han mostrado su descontento por la creciente influencia de Benedetti y la permanencia de Laura Sarabia en el poder. Estos factores han hecho que el ambiente en la Casa de Nariño se vuelva más tenso, con ministros expresando su malestar por la falta de consenso en las decisiones clave. El enfrentamiento interno es evidente, y la presencia de Benedetti en funciones de enlace con el Congreso se ha visto como un desafío para otros sectores del gobierno.
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Posibles movimientos en la Izquierda
Por otro lado, dentro del ala más progresista del gabinete, también se perciben cambios a la vista. Ministros como Susana Muhamad, titular de la cartera de Ambiente, están siendo contemplados para dar el salto hacia la contienda electoral del 2026. Muhamad, quien ha tenido una destacada participación en la organización de la COP16 sobre biodiversidad, se perfila como una figura clave para el Pacto Histórico. De decidir abandonar el gobierno, dejaría atrás una posición estratégica, pero podría usar su figura para liderar una candidatura vicepresidencial.
Dentro de este escenario electoral, otros ministros cercanos al presidente también podrían estar evaluando su futuro político. El ministro de Minas, Andrés Camacho, y el de Educación, Daniel Rojas, son algunos de los que podrían explorar oportunidades para el Congreso en 2026. Sin embargo, las decisiones de salida no son sencillas, ya que algunos de estos funcionarios aún tienen proyectos importantes dentro del gobierno, lo que podría hacer que retrasen su renuncia.
En medio de estos rumores de renuncias y movimientos políticos, se anticipa que el presidente Petro buscará un gabinete renovado que esté más alineado con sus ambiciosos proyectos para los próximos años. Se espera que el reemplazo de ministros clave, como los de Hacienda, Interior y Relaciones Exteriores, refleje un balance entre la renovación política y la continuidad de las políticas del gobierno. Petro, en su búsqueda por fortalecer su legado y asegurar la viabilidad de su proyecto electoral para 2026, podría optar por ministros con perfiles menos conflictivos y más cercanos a sus ideales políticos.
La transformación del gabinete de Petro se percibe no solo como un ajuste necesario ante los desafíos internos, sino también como una estrategia clave para los próximos comicios presidenciales. Sin embargo, las decisiones que se tomen en los próximos meses marcarán el rumbo del gobierno Petro.