Este miércoles 9 de abril, desde Tegucigalpa (Honduras), el presidente Gustavo Petro cuestionó las políticas migratorias de su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha recrudecido la deportación de migrantes irregulares, especialmente hacia América Latina. Lo hizo ante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), organismo del cual asumió la presidencia.
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En su discurso, Petro recordó la tensión diplomática que tuvo con Trump el pasado 26 de enero tras desautorizar dos vuelos con migrantes colombianos deportados. Petro lo hizo al conocer la denuncia del gobierno de Brasil, que condenó el “trato inhumano” contra los brasileños deportados, quienes llegaron esposados a la ciudad de Manaos. Petro defendió que los migrantes no son criminales, una tesis en la que insistió ante la Celac.
“Una vez fui insultado por decir que los migrantes no son criminales y que no deben llegar encadenados a nuestra tierra. Si aceptamos un solo migrante encadenado, no solo retrocedemos a la época de Torrijos buscando su soberanía, sino a la época en que llegaron los primeros barcos cargados de negros y negras africanas encadenados”, señaló el presidente.
Petro propone hacer frente a las políticas migratorias con “dignidad”
Además de condenar la criminalización de migrantes latinoamericanos por parte del gobierno Trump, Petro explicó que la migración se da por la pobreza, la diferencia social entre el norte y el sur, así como por la profunda crisis climática derivada del consumismo.
“La migración es apenas la consecuencia de esa desigualdad geográfica del efecto de la crisis climática en el territorio”, dijo. Acto seguido, condenó que Trump enviara migrantes latinos a cárceles de El Salvador. “No puede llegar ningún migrante a una cárcel de esas porque sería tratado como criminal y como esclavo y no lo es, es un ser humano y América Latina no puede bajar la bandera de la dignidad humana”, señaló.
Su postura fue defendida por los presidentes Claudia Sheinbaum, Luiz Inácio Lula da Silva y Xiomara Castro, de México, Brasil y Honduras, respectivamente. “Necesitamos políticas que reconozcan que la primera razón de la migración se encuentra en la falta de atención a las necesidades fundamentales a la población de nuestros países”, señaló por su parte Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala.
El saldo de las políticas migratorias de Trump
Según Statista, portal de estadísticas, desde su llegada al poder hasta el 5 de febrero, el gobierno Trump deportó un total de 4.745 migrantes irregulares latinoamericanos. Un poco más de 4 mil eran mexicanos y 306 colombianos. Trump les ha ordenado a los migrantes indocumentados abandonar a EE. UU. porque, de todas formas, “los arrestará” y devolverá a su país de origen.
“La administración Biden abusó de su autoridad para permitir la entrada de millones de extranjeros indocumentados a EE. UU., lo que agravó aún más la peor crisis fronteriza de la historia del país”, señaló el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. al ordenar salir a los migrantes que se registraron con la aplicación CBP One.
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