Se conoció que renunció el presidente del Concejo de Tuluá, indicando razones personales. Sin embargo, preocupa la seguridad en el municipio.
En las últimas horas se conoció que renunció el presidente del Concejo de Tuluá, Javier Jaramillo. Con un sentido mensaje, se retiró de la corporación aduciendo motivos personales.
Sin embargo, el ahora excabildante hizo referencia al panorama por el que atraviesa la ciudad del centro del Valle. Situación que se vive desde los últimos meses del año pasado. Cabe recordar que la banda “la inmaculada” ha declarado la guerra contra los líderes políticos.
“Mi rol este año se ha visto truncado por la situación actual que vivimos en nuestro municipio. Llevándome en ocasiones a alejarme de quienes han depositado su confianza. Confianza para que los represente y por lo cual se vuelve más compleja nuestra labor de ser interlocutores y gestores de los intereses de la ciudadanía, lo que genera impotencia al no poder hacer lo cotidiano”, indicó Jaramillo.
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Este líder político de Tuluá había reiterado a las autoridades del orden nacional la necesidad de brindar garantías de seguridad. Medidas no solo para él sino para el resto de sus colegas del Concejo Municipal.
“No hay garantía para continuar con el ejercicio de la democracia para nosotros los concejales, quienes hemos sido elegidos por la ciudadanía precisamente para hacer una representación”, indicó Jaramillo en una entrevista reciente con W Radio donde le preguntaron por la petición a la UNP.
Es importante tener presente que el 2 de enero murió el concejal Eliecid Ávila. A él lo atacaron a disparos el 31 de diciembre de 2023 e iba a ser el presidente de la corporación. Entre tanto, el 20 de abril el concejal del partido Conservador, Carlos Arturo Londoño también lo asesinarons. Fue a disparos en medio de un atentado que iba dirigido al alcalde Gustavo Vélez.
