Miles de personas desbordaron el sepelio de Sofía Delgado en Villagorgona, generando caos, desmayos y desmanes en el cementerio. La madre de la niña pidió calma ante la aglomeración que complicó el acceso y la atención de los afecta
El sepelio de Sofía Delgado Zúñiga, la niña de 12 años que fue secuestrada, violada y asesinada en Candelaria, Valle del Cauca, se convirtió en un escenario de caos y dolor este sábado 19 de octubre. Las honras fúnebres comenzaron en el coliseo de La Aldea, donde se reunieron decenas de personas para acompañar a la familia en su luto, pero la situación se tornó complicada durante el cortejo hacia el Cementerio Local de Villagorgona.
A medida que el ataúd de Sofía, trasladado en un carro de bomberos, avanzaba por las calles, un número creciente de asistentes se agolpó en torno a la comitiva. Con aproximadamente 3.000 personas en el cortejo, la combinación del intenso calor y la muchedumbre provocó que varias personas se desmayaran, creando un ambiente de desesperación y angustia.
Al llegar al cementerio, la situación se descontroló cuando los encargados del campo santo anunciaron que no podían permitir más ingresos debido a la saturación. Sin embargo, la multitud, en su deseo de rendir homenaje a la niña, derribó vallas de seguridad y superó las rejas de acceso. La Policía tuvo que intervenir para controlar el ingreso y evitar desmanes, mientras la madre de Sofía, Gladys Zúñiga, pidió calma a los presentes.
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“Mi suegra se desmayó y hay otra persona desmayada porque hay mucha aglomeración. Ya enterramos a la niña. A todos les doy gracias de todo corazón”, dijo la mujer, visiblemente afectada por la situación. Durante el sepelio, el caos continuó, con más desmayos reportados y la necesidad de atención médica para los afectados.
