La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, visitó Buenaventura para conocer de primera mano el avance de una iniciativa que mezcla innovación tecnológica, desarrollo comunitario y turismo con identidad: el “Bote de la Esperanza”. Esta moderna embarcación fue diseñada y construida con mano de obra local y se perfila como un símbolo de transformación social para el Distrito Especial.
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Durante una prueba de navegación, la mandataria explicó que este proyecto busca brindar oportunidades concretas a jóvenes en riesgo, ofreciéndoles formación técnica y un espacio digno de participación económica. “Ellos serán los encargados de operar este bote. Van a recibir capacitación del Sena para convertirse en marineros, guías y administradores. Queremos que tengan las herramientas para ser dueños de su futuro”, afirmó Toro.
Iniciativa con propuesta cultural y turística
El catamarán, que funcionará con motores eléctricos alimentados por energía solar, tiene capacidad para 29 pasajeros y cuenta con tecnología que garantiza un viaje seguro y respetuoso con el entorno natural. La iniciativa también incluye una propuesta cultural, pues los recorridos turísticos estarán acompañados de manifestaciones autóctonas como la chirimía y la marimba, elementos clave del patrimonio de la región.
Para José Manuel Gamboa, líder comunitario, este proyecto significa una nueva ruta para la juventud bonaverense: “Es una oportunidad única para formarnos y construir algo diferente. Vamos a demostrar que sí hay otro camino”, comentó.
Las autoridades marítimas también han dado su visto bueno. El capitán de Puerto, Alberto Buelvas, aseguró que la embarcación ha pasado las pruebas técnicas con éxito y está lista para operar. “El bote cumple con los requisitos de seguridad. Será una gran herramienta no solo para el turismo, sino para fortalecer la confianza en proyectos liderados por la comunidad”, destacó.
El “Bote de la Esperanza” será, sin duda, más que un transporte acuático: representará una vía de inclusión, empoderamiento juvenil y desarrollo turístico sostenible para una ciudad que sigue apostando por el cambio desde sus raíces.
