El alcalde de Cali, Alejandro Eder, confirmó este jueves que alias ‘Oso Yogui’, segundo cabecilla de las disidencias de las FARC ‘Jaime Martínez’, sería el autor intelectual del secuestro del niño Lyan Hortua, de tan solo 11 años. El menor fue raptado en Jamundí el pasado fin de semana y, según las autoridades, se encuentra en una zona montañosa controlada por ese grupo armado ilegal. La revelación se hizo tras un consejo de seguridad que incluyó a la fuerza pública y altos funcionarios locales.
“Reiteramos la recompensa de hasta 200 millones de pesos por información que conduzca a la ubicación de alias ‘Yogui’”, aseguró el mandatario caleño. Además, Eder recordó que el señalado jefe guerrillero fue responsable del atentado con explosivos contra el CAI de la Policía PETAR, ocurrido el 25 de abril. La recompensa se mantiene activa como una estrategia para presionar la entrega del menor y capturar al criminal.
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La ciudad se une por Lyan
Mientras las autoridades intensifican la búsqueda, decenas de personas se concentraron en la plazoleta de San Francisco, frente a la sede de la Fiscalía en Cali. Allí, familiares, amigos y ciudadanos realizaron un acto simbólico con globos blancos, pancartas, música y oraciones. Todos exigen con urgencia la liberación de Lyan, quien completa cinco días secuestrado.
“Ya no podemos soportar esto. No sabemos si está comiendo, si lo tratan bien o si lo golpean. Estamos desesperados”, dijo Alexander Hortua, tío del niño. Las declaraciones reflejan la angustia que vive la familia, sumida en la incertidumbre y el dolor. También, los familiares del menor también solicitaron públicamente la intervención del presidente Gustavo Petro. Hasta el momento, el mandatario no se ha pronunciado sobre el caso, lo que ha generado molestia y frustración entre los cercanos al niño.
“Presidente, por favor, manifiéstate. Queremos saber si Lyan está vivo, queremos noticias de él. Los niños no tienen nada que ver con esta guerra”, expresaron Milena y Andrés Buitrago, primos del menor.
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Las fuerzas de seguridad continúan recolectando información para dar con el paradero del niño. Además, organizaciones humanitarias han comenzado a mediar con las disidencias para lograr la liberación. Aunque no hay aún pruebas de supervivencia, se espera que estas gestiones humanitarias contribuyan a un pronto desenlace.
