El miedo volvió a recorrer las calles de Buenaventura este jueves tras una nueva explosión ocurrida en el barrio Santa Rosa, donde un artefacto explosivo improvisado detonó cerca de un vehículo de transporte público. El hecho dejó a una persona lesionada y un taxi afectado por la onda expansiva.
De inmediato, unidades de emergencia llegaron al lugar y la persona herida fue trasladada a un centro asistencial. Según el reporte preliminar, su estado de salud es estable. La zona fue acordonada por la Policía mientras se adelantaban las labores de inspección y aseguramiento, para descartar la presencia de más explosivos en el sector.
Segundo atentado en menos de 48 horas en la ciudad portuaria
Este nuevo acto de violencia se presenta tan solo dos días después del atentado frustrado del pasado martes 10 de junio. En esa ocasión, otro artefacto explosivo fue ubicado frente a un CAI de Policía, donde fue detectado a tiempo y desactivado por el equipo antiexplosivos. Gracias a esa rápida acción, se evitó una tragedia de mayores proporciones.
Los habitantes de Buenaventura expresan su preocupación por la creciente inseguridad, mientras que las autoridades han iniciado una serie de operativos conjuntos entre la Policía Nacional y la Armada para reforzar el control territorial. “En este momento estamos desplegando nuestras capacidades para hacer la verificación en el lugar y revisar si existe otra amenaza”, afirmó el general Carlos Oviedo, comandante de la Regional la Policía Nacional.
Ante estos hechos, las autoridades han decidido intensificar su presencia en el municipio, así como en otras zonas estratégicas del Valle del Cauca y del Cauca, donde también se han reportado alertas por acciones similares. “Indudablemente las capacidades están desplegadas para tener presencia institucional y garantizar la seguridad en coordinación con las Fuerzas Militares”, añadió el general Oviedo.
La seguidilla de atentados en tan corto tiempo genera preocupación no solo entre los habitantes, sino también entre las autoridades locales, que advierten un posible recrudecimiento de la violencia urbana. Hasta el momento, no se ha atribuido formalmente la autoría de estos hechos a ningún grupo armado, pero se adelantan investigaciones para esclarecer los responsables y prevenir nuevas acciones violentas.
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El panorama de seguridad en Buenaventura sigue siendo frágil, y los habitantes piden a gritos que la institucionalidad actúe con contundencia para evitar que estas amenazas se conviertan en algo cotidiano.
