La nadadora australiana de origen albanés Eva Buzo conquistó las aguas del Pacífico colombiano tras nadar más de 10 horas seguidas entre Juanchaco y el malecón Bahía de la Cruz, en Buenaventura. La travesía de 40 kilómetros, organizada bajo el lema Un nado por la resiliencia, se convirtió en un poderoso acto simbólico que buscó visibilizar la fortaleza de las comunidades del litoral frente a la violencia, el olvido estatal y las adversidades climáticas
La jornada deportiva, que tuvo lugar el pasado sábado, logró captar la atención de toda Buenaventura. Eva desafió corrientes cambiantes, oleaje alto y fuertes lluvias. Sin embargo, su motivación no solo fue física, sino profundamente emocional. “Cada vez que sentía que el mar me empujaba hacia atrás o hacia los lados, pensaba en la gente de este lugar. Su capacidad de resistir y seguir adelante fue mi mayor inspiración”, relató la nadadora al finalizar el recorrido.
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Gobernación del Valle condecoró a la nadadora como Visitante Ilustre
Durante una ceremonia celebrada el 24 de junio en el despacho de la Gobernación del Valle, la gobernadora Dilian Francisca Toro condecoró a Eva Buzo con el título de Visitante Ilustre del departamento. La mandataria exaltó la valentía de Eva Buzo y el poderoso mensaje de esperanza que dejó entre las comunidades de Buenaventura y del Pacífico. La jornada incluyó una degustación de platos típicos como pan de bono, lulada y empanadas, símbolos de la riqueza cultural vallecaucana.
Eva no ocultó su emoción por el reconocimiento. Durante su intervención, recordó cómo este nado se convirtió también en un reto personal. “Mi padre enfrentaba problemas de salud y esta travesía se volvió una forma de sobrellevar mi propio proceso de resiliencia”, afirmó. También compartió momentos vividos en colegios y centros comunitarios de Buenaventura, donde compartió con niños y jóvenes que, como ella, encuentran en el deporte una herramienta para transformar su entorno.
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Deporte, cultura y territorio: una jornada que unió a Buenaventura
El evento no se limitó al nado. La Fundación Open Society, la Gobernación del Valle y varias organizaciones sociales locales coordinaron un festival gastronómico y cultural que acompañó la jornada. En total, 14 emprendimientos del Pacífico participaron, ofreciendo productos tradicionales que resaltaron la identidad y creatividad del territorio.
Eva aprovechó el espacio para reflexionar sobre el papel del deporte en contextos de conflicto y exclusión. “El deporte no es solo competencia o rendimiento. Es una forma de resistir, de conectar con otros, de sanar”, dijo con firmeza. La nadadora, que ya había hecho historia al cruzar a nado el canal de Otranto entre Albania e Italia, reafirmó su compromiso con causas sociales. “No vine solo a nadar, vine a reconocer una comunidad que, a pesar de todo, sigue luchando con dignidad”.
