Lo que antes era una travesía de rutina para los transportadores del Pacífico se ha convertido en una actividad de alto riesgo. De acuerdo con denuncias recientes, hombres armados estarían realizando retenes ilegales en alta mar cerca de Buenaventura, interceptando embarcaciones civiles para exigir pagos extorsivos. Si las cuotas no son entregadas, las consecuencias van desde el robo de mercancías hasta el secuestro de las naves.
“Ya no basta con cuidarse en tierra. Ahora el peligro nos espera en el mar”, expresó Javier Torres presidente de la Asociación de Transportadores a Blu Radio. Según él y otros navegantes, estas estructuras ilegales operan de forma organizada, marcando zonas del océano como “territorio controlado” y exigiendo pagos a cambio de libre paso.
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Las víctimas aseguran que esta situación se ha intensificado en los últimos meses, en paralelo al aumento de extorsiones en los muelles y zonas portuarias. Ante la creciente amenaza, el gremio de transportadores ha solicitado de manera urgente un mayor despliegue operativo por parte de la Estación de Guardacostas de Buenaventura, así como un plan de intervención del Gobierno nacional para frenar esta práctica delictiva que compromete no solo la seguridad de los navegantes, sino también la economía y abastecimiento de las comunidades costeras.
Familias huyen de sus casas en Buenaventura por temor a nuevos ataques
En las últimas semanas, el suroccidente colombiano ha sido escenario de una creciente ola de violencia que ha afectado especialmente a comunidades en el Cauca y el Valle del Cauca. Dentro de este panorama, Buenaventura vuelve a estar en alerta por cuenta de nuevas amenazas, explosiones y desplazamientos que han generado un ambiente de zozobra en la población de este territorio.
La detonación de dos artefactos explosivos y la circulación de panfletos amenazantes en distintos puntos del distrito han encendido las alarmas. Los hechos habrían ocurrido la semana pasada y ya están teniendo consecuencias directas sobre la vida de los habitantes. Esta situación ha impactado principalmente a las comunas 10, 11 y 12, donde varias familias han empezado a abandonar sus viviendas por miedo a represalias.
Muchos ciudadanos han manifestando su descontento con referencia a la falta de garantías con relación a la seguridad en el territorio. Estos hechos habrían hecho que muchas personas fueran víctimas de desplazamiento forzado en el distrito especial de Buenaventura .