...

Cierre financiero garantiza avance de la 5G Buga–Buenaventura

Pese a los retrasos ocasionados por consultas previas con comunidades étnicas y trámites ambientales la vía avanza.

La modernización de la vía Buga–Buenaventura, uno de los corredores estratégicos para la economía colombiana, continúa su marcha luego de consolidarse el cierre financiero del proyecto. Esta autopista, clave para el movimiento del 40% del comercio exterior del país, enfrenta complejos retos sociales, ambientales y técnicos que han generado demoras, pero cuenta con los recursos y la planificación necesaria para garantizar su desarrollo.

El proyecto está a cargo de la concesión Unión Vial Camino del Pacífico, del Grupo Sacyr, bajo un contrato de quinta generación de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Con una inversión superior a $6 billones entre construcción y operación, contempla la rehabilitación de 155 kilómetros de vía existente, la construcción de 35 kilómetros de doble calzada y la modernización de 17 túneles. Se estima que, una vez finalizado, reducirá entre 40 y 60 minutos los tiempos de viaje hacia el puerto de Buenaventura, mejorando de manera significativa la competitividad logística del país.

También puede leer: “El Valle no es solo caña”: Dilian Francisca Toro defiende la diversidad productiva del departamento

A pesar de que las consultas previas con comunidades étnicas han retrasado la ejecución de varios tramos, en otros sectores las obras avanzan con normalidad. Entre los progresos destacados están la rehabilitación de la avenida Simón Bolívar en Buenaventura, la recuperación de pavimentos y la intervención de los túneles, que estarán listos entre finales de 2026 e inicios de 2027.

Retos sociales y técnicos en el corredor estratégico

Uno de los principales desafíos ha sido el alto número de consultas previas, que ya superan el 20% de la banda de riesgo asumida por el Estado. Estos procesos, que incluyen acuerdos de compensación con comunidades ancestrales, no tienen plazos fijos y pueden prolongarse varios meses. Sin embargo, la ANI y la concesión han instalado mesas de trabajo para agilizar la concertación y destrabar la licencia ambiental en los tramos pendientes.

Desde el punto de vista técnico, el proyecto exige intervenciones de gran complejidad geológica. Los túneles, construidos hace más de una década, requieren ampliaciones para cumplir con los estándares de seguridad actuales. Además, se adelantan obras de estabilización de taludes y el cambio de equipos electromecánicos, lo que convierte a esta obra en una de las más desafiantes de ingeniería vial en Colombia.

La iniciativa beneficiará directamente a más de tres millones de habitantes de siete municipios del Valle del Cauca y generará alrededor de 3.000 empleos directos e indirectos, dinamizando tanto la economía regional como sectores como el turismo y la producción agrícola.