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Alerta en el Valle por Emergencia Económica: rentas de salud y deporte estarían en riesgo

Dilian Francisca Toro advierte golpe a las finanzas regionales.

La reciente declaratoria de Emergencia Económica por parte del Gobierno Nacional ha encendido las alarmas en el departamento del Valle del Cauca. La principal preocupación radica en la posible centralización de impuestos clave, como los gravámenes a licores y cigarrillos, los cuales representan fuentes de ingresos vitales para la inversión social en las regiones.

El impacto en las finanzas regionales

Tradicionalmente, el impuesto al consumo es una renta delegada a los departamentos, destinada específicamente a financiar sectores críticos como la salud, la educación y el deporte. Sin embargo, tal como se ha planteado en el marco de la emergencia, estos recursos adicionales serían recaudados directamente por la Nación, dejando a los territorios sin la posibilidad de reinvertir ese capital en sus comunidades locales.

La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, expresó su preocupación ante lo que considera una medida que golpea la autonomía regional:

“Nos gustaría que le subieran al impuesto al cigarrillo, pero que los recursos de estos impuestos fueran a las regiones. Es una renta delegada, pero así como lo presenta el Gobierno, los recursos irían al Gobierno Nacional. Esto generaría un aumento del contrabando y una disminución de las ventas legales”, advirtió la mandataria.

Riesgo de contrabando y desfinanciación

El análisis de la administración departamental sugiere que un incremento en los precios, sin una gestión regional de los recursos, podría incentivar el mercado ilegal. Actualmente, el departamento ya enfrenta índices elevados de contrabando de cigarrillos, y una carga tributaria mal enfocada podría profundizar esta crisis, resultando en una disminución neta de las rentas departamentales.

En última instancia, el Valle del Cauca advierte que la centralización de estos recursos no solo debilita la descentralización administrativa, sino que afecta directamente la calidad de vida de los ciudadanos al reducir el presupuesto disponible para hospitales y programas deportivos regionales.

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