Una propuesta privada podría transformar por completo el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, que sirve a Cali y al suroccidente del país. La iniciativa plantea una inversión cercana a los 1,6 billones de pesos, con la que se busca posicionar a este terminal como un referente regional en conectividad, eficiencia y desarrollo logístico.
El proyecto, que fue presentado durante el décimo aniversario de ProPacífico, ha sido estructurado por AENA Internacional y CFC Energy. Actualmente se encuentra en evaluación por parte de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), y en caso de ser aprobado, marcaría un cambio profundo en la manera como se entiende y opera el sistema aeroportuario de la región.
Lejos de tratarse de una simple remodelación, el plan contempla un rediseño completo del aeropuerto, con una torre de control de 43 metros de altura, nuevos edificios para pasajeros nacionales e internacionales, zonas especializadas para carga, mantenimiento y aviación privada, además de la construcción de un terminal de bajo costo conectado directamente con la vía hacia la Zona Franca.
También se proyectan 18 nuevas posiciones para aeronaves, calles de rodaje ampliadas, subestaciones eléctricas renovadas, una planta de tratamiento de aguas independiente de las redes municipales, y sistemas de seguridad reforzados. Todo esto se realizaría dentro del actual perímetro del aeropuerto, lo que facilita el proceso en términos ambientales y jurídicos, ya que no requiere consultas previas ni licencias complejas.
Carlos Alberto Lenis, presidente de Aerocali, destacó que este no será un proyecto cosmético, sino una transformación funcional y estratégica. “Estamos hablando de convertir el aeropuerto en un verdadero centro de operaciones aéreas para el Pacífico colombiano. Es mucho más que una expansión física”, afirmó.
Lo que viene: transición a manos del Estado y adjudicación en 2026
Mientras avanza el análisis técnico de la iniciativa, el contrato de concesión actual con Aerocali está a punto de finalizar. El 31 de agosto termina su vigencia y, desde el 1 de septiembre, la operación del aeropuerto regresará a la Aeronáutica Civil, que asumirá temporalmente mientras se define el futuro del proyecto.
Carlos Alberto Carrasco, director de proyectos de la ANI, confirmó que la transición ya comenzó. “Ocho de los 14 subsistemas han sido entregados formalmente, y todo avanza con rigor. Nuestro objetivo es garantizar que la operación continúe sin alteraciones durante este proceso”, explicó.
De acuerdo con la ANI, se espera adjudicar la nueva concesión en el primer semestre de 2026, una vez finalicen las mesas de trabajo con el Ministerio de Hacienda, Planeación Nacional y otras entidades. La figura jurídica prevista es la de contrato de ingreso esperado, con una duración estimada entre 28 y 30 años, al cabo de los cuales toda la infraestructura regresará al Estado.
Cali, con potencial para ser nuevo nodo aéreo regional
El aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón se ubica en una posición estratégica en la región suroccidental del país, con espacio disponible, rutas descongestionadas y potencial para crecer. En un momento en el que las terminales de Bogotá y Medellín enfrentan saturación operativa, la oportunidad de que Cali se convierta en un hub regional del Pacífico es real.
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Desde la ANI y los actores privados se tiene la mirada puesta en competir con ciudades como Lima, Quito o incluso Panamá. Todo dependerá de que se logre construir una infraestructura moderna, autosuficiente y preparada para los desafíos de la aviación del futuro.