Una nueva polémica sacude al colegio INEM de Cali. Estudiantes han denunciado que deben pagar $100 pesos para poder ingresar a los baños, una situación que ha generado no solo incomodidad e indignación, sino también casos de bullying y humillaciones entre menores que no pueden asumir el costo.
El escándalo tomó fuerza tras conocerse el caso de un niño que se hizo en los pantalones al no tener el dinero. Desde entonces, la presión pública creció y ahora concejales, funcionarios y estudiantes han salido a exigir respuestas y sanciones.
“Esto no puede pasar en un colegio público”
La concejal Ana Erazo se pronunció con firmeza. Según ella, este caso no es una invención sino que está sustentado en un informe interno de la Alcaldía. Allí se expone que madres de familia han sido autorizadas para cobrar el acceso a los baños como parte de una “propuesta”, que aunque se afirma que no es obligatoria, sí ha tenido consecuencias para estudiantes vulnerables.
“No puede ser que un niño sufra bullying por no tener $100 pesos para ir al baño. Esa situación no puede pasar en ningún colegio público”, expresó Erazo. También cuestionó la idea de que los cobros sean necesarios porque “los estudiantes no cuidan los baños”.
Además, apuntó al fondo del problema: “Los contratos de aseo están fallando. Muchos colegios públicos no tienen ni papel higiénico. La Alcaldía debe garantizar eso, no las madres”, dijo.
La Secretaría admite que hubo cobros y pide retirarlos
Desde la Secretaría de Educación de Cali, la titular Sara Rodas confirmó que la situación fue denunciada desde hace semanas y que aunque el rector del INEM aseguró que “no hay cobros oficiales”, sí se detectó una mesa instalada por fuera de un baño, donde se vendían artículos de higiene como papel, toallas y tampones.
“No está autorizado ningún cobro por servicios dentro de las instituciones”, recalcó Rodas. También indicó que la limpieza de los baños está contratada por la Alcaldía, por lo que no corresponde a iniciativas de madres ni de terceros. Añadió que el rector ya fue llamado a una mesa de trabajo y se le solicitó retirar ese punto de venta.
Además, confirmó que hay denuncias de estudiantes que se han hecho en los pantalones o que deben aguantar hasta llegar a casa, lo cual podría generar sanciones a la institución si se comprueba que hubo omisiones.
Estudiantes relatan prácticas indignas
Varios estudiantes también hablaron del tema. Uno de ellos relató que muchas veces no los dejan entrar al baño si no pagan. Y cuando no tienen dinero, usan el refrigerio como moneda de cambio: “Nos toca pagar con el refrigerio que nos dan”, aseguró.
El mismo joven señaló que una vez habló con una de las mujeres que hacía el cobro, y ella le dijo que lo hacían porque no les pagan por cuidar los baños, por lo tanto se quedan con lo que recogen. Además, agregó que el estado de los baños es precario: “Hay tapas malas, a veces están sucios y no los limpian bien”.
Otro estudiante confirmó que ha escuchado casos de compañeros que deben aguantarse hasta que salen del colegio porque no pueden pagar. También señaló que la situación lleva años, desde que él entró al colegio, hace por lo menos cuatro.
La polémica ha escalado al punto de convertirse en un símbolo del abandono institucional de la educación pública en Cali. “Esto no es una discoteca ni un negocio. Es una escuela pública”, dijo Ana Erazo, recordando que el acceso al baño es un derecho básico.
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Tanto concejales como ciudadanos piden que el alcalde Alejandro Eder asuma responsabilidad directa y que se revise con urgencia el modelo de contratación de aseo. Mientras tanto, estudiantes siguen enfrentando una situación que atenta contra su dignidad por una moneda que no todos pueden tener.
