En el barrio Villa Luz, sobre la troncal de Aguablanca, vecinos reportan una escombrera ilegal que afecta la movilidad y la salud de quienes transitan a diario por la zona. Restos de construcción y desechos domésticos se acumulan sin control, generando focos de contaminación y proliferación de roedores e insectos.
La Personería Distrital de Cali informó que ya ofició a la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) para que programe operativos de recolección y limpieza en el sector. Además, pidió a la Inspección de Policía actuar frente a esta disposición irregular de residuos, que incumple lo establecido en el Código Nacional de Policía y Convivencia.
La acumulación de escombros no solo afecta la transitabilidad, sino que también representa un peligro sanitario. La presencia de roedores y mosquitos aumenta la probabilidad de enfermedades, mientras que los peatones y conductores enfrentan obstáculos al desplazarse.
Según la Personería, la participación ciudadana es clave para enfrentar estos problemas. Los vecinos del sector son invitados a reportar y documentar estas situaciones, fortaleciendo la vigilancia comunitaria y la acción de las autoridades.
La Alcaldía y las entidades involucradas recalcan que la atención inmediata a estas denuncias permite prevenir accidentes, mejorar la convivencia y proteger la salud pública. Se espera que los operativos se desarrollen en los próximos días para normalizar las condiciones del barrio.
La acumulación de residuos no cede en el 12 de Octubre
A mediados de septiembre, en CW+ realizamos un recorrido en el barrio 12 de Octubre, en donde los vecinos denuncian que la basura y los escombros se acumulan convirtiéndose en una problemática, bloqueando canales de aguas lluvias y deteriorando el espacio público. Aunque las rutas de recolección pasan varias veces a la semana, los desechos superan la capacidad de limpieza.
Los residentes aseguran que personas externas aprovechan la noche para arrojar basura, aumentando el desorden. Sin embargo, los vecinos señalan que la raíz del problema radica en la falta de cultura ciudadana. Calles y zonas verdes se convierten en basureros improvisados, generando malos olores, inseguridad y deterioro en la calidad de vida. Lo que debería ser un espacio de recreación hoy se encuentra ocupado por montañas de desechos.
