Ana Evelin Ardila Pérez, de 38 años, falleció en un aparente quirófano clandestino ubicado en el centro de Medellín durante una intervención estética. La mujer, que había acudido al sitio con la intención de someterse a una liposucción, perdió la vida en medio del procedimiento. Según declaraciones de testigos y familiares, tres personas, presuntamente responsables de la intervención, huyeron tras los gritos de Ardila, dejando su cuerpo con una herida abierta en el abdomen.
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El incidente se registró en un apartamento cercano al Parque del Periodista, lugar en el que las autoridades encontraron equipos quirúrgicos básicos. Además, de documentos que apuntan a una posible identidad de los involucrados. Según el presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Antioquia, Carlos Valdivieso, este tipo de casos evidencian la necesidad de que las cirugías estéticas se realicen únicamente en clínicas autorizadas y con profesionales especializados.
La ministra de Salud y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, han manifestado su preocupación, resaltando que este no es un caso aislado. Por lo contrario, es una consecuencia de la proliferación de clínicas clandestinas en la ciudad. Gutiérrez anunció medidas conjuntas con la Gobernación para intensificar los controles en estos establecimientos y evitar que se repitan tragedias similares.
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Los familiares de Ardila exigen justicia y piden que se dé con el paradero de los responsables. La Policía Metropolitana y la Fiscalía avanzan en la investigación para esclarecer las circunstancias de la intervención y localizar a los implicados en el suceso, que podría ser catalogado como un nuevo caso de “clínica de garaje” en Medellín.
