La invitación oficial de Nicolás Maduro a Gustavo Petro para su toma de posesión, programada para el 10 de enero en Caracas, ha generado controversia y debate en Colombia, donde aún persisten dudas sobre el reconocimiento del mandatario venezolano tras su controvertida reelección. A pesar de la invitación, el Ejecutivo colombiano no ha confirmado si el presidente Petro asistirá a la ceremonia.
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En declaraciones recientes, Petro calificó las elecciones venezolanas como un “error”, aludiendo a la falta de transparencia y a las condiciones adversas del país, como el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos. La situación se ha vuelto más compleja con las críticas de la oposición venezolana, que acusa al gobierno de Maduro de fraude electoral, mientras que Colombia y Brasil han exigido la publicación completa de las actas del proceso.
Colombia sigue sin definir reconocer a Maduro como presidente
En el ámbito diplomático, Colombia no ha definido aún si reconocerá a Maduro después de su posesión el 10 de enero. El gobierno colombiano ha expresado que la decisión dependerá de las pruebas de legitimidad de las elecciones. El canciller Luis Gilberto Murillo ha señalado que, en ausencia de transparencia, Colombia no reconocerá el nuevo mandato de Maduro.
El tema también es sensible por las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela, especialmente en cuanto a temas de paz, migración y el futuro de Monómeros, una empresa de fertilizantes en Barranquilla cuyo futuro está en disputa. Petro ha jugado un papel mediador entre Venezuela y Estados Unidos, pero la postura que adopte frente a la toma de posesión de Maduro podría redefinir las dinámicas entre ambos países.
Mientras tanto, la situación sigue siendo incierta, y la decisión de Petro sobre si reconocer o no a Maduro tendrá importantes repercusiones en las relaciones diplomáticas y en la región.