En un esfuerzo por promover el desarrollo integral de las mujeres rurales y campesinas en Colombia, el presidente Gustavo Petro firmó el Decreto 1396 en noviembre de 2024. Este programa especial busca adjudicar tierras a esta población, priorizando su inclusión económica, social y política. La normativa, respaldada por la vicepresidenta Francia Márquez y la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, reconoce la relevancia de las mujeres en la transformación del campo colombiano.
El decreto asigna al Ministerio de Agricultura y a la Agencia de Desarrollo Rural la tarea de apoyar la estructuración y gestión de recursos para iniciativas lideradas por mujeres rurales. Las beneficiarias podrán acceder a líneas de crédito con condiciones preferenciales, conforme a la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario.
Criterios para seleccionar a las beneficiarias
El programa establece parámetros claros para priorizar a las mujeres beneficiarias:
- Líderes de cooperativas o empresas comunales enfocadas en actividades rurales.
- Trabajadoras agrícolas con experiencia como arrendatarias, aparceras o jornaleras.
- Mujeres vinculadas a programas de sustitución de cultivos ilícitos o que administran tierras asignadas por la Agencia Nacional de Tierras.
- Jóvenes rurales entre 16 y 28 años, especialmente aquellas organizadas en proyectos agrarios.
- Mujeres con formación en áreas relacionadas con las ciencias agropecuarias, que generan ingresos en el sector.
- Víctimas del conflicto armado, lideresas sociales, excombatientes y firmantes de acuerdos de paz.
El decreto no solo se enfoca en entregar tierras, sino en garantizar que las beneficiarias puedan desarrollar actividades sostenibles. También busca fortalecer las capacidades técnicas y económicas de las mujeres rurales para mejorar sus condiciones de vida.
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Este programa contribuye a la generación de equidad de género en el campo, promoviendo un acceso justo a los recursos y consolidando la paz en territorios afectados por el conflicto armado. Con esta medida, se espera abrir nuevas oportunidades para miles de mujeres que han sido históricamente relegadas en las políticas de desarrollo rural.