El Congreso aprobó la renuncia de César Lorduy al Consejo Nacional Electoral (CNE) con 72 votos a favor en el Senado y 155 en la Cámara de Representantes. Su dimisión ocurre en medio de graves acusaciones de acoso sexual, lo que ha generado un fuerte debate sobre la integridad en el organismo electoral.
La decisión se tomó sin la presencia de Lorduy, quien no asistió a la sesión para dar explicaciones sobre su renuncia. Su ausencia generó críticas, especialmente de la representante Ingrid Aguirre, quien lo ha señalado públicamente de acoso sexual. Durante su intervención en la plenaria del 5 de marzo, Aguirre arremetió contra el magistrado, calificándolo de “cobarde” y “potencial violador”. La congresista denunció que Lorduy le exigió favores sexuales a cambio de favores políticos y aseguró que su renuncia es una victoria para las mujeres que han sido víctimas de acoso.
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Lorduy justifica su ausencia y su renuncia
Lourdy explicó su inasistencia a través de una carta enviada al Congreso. En el documento, aseguró que debía presidir una audiencia pública programada previamente y que su renuncia obedecía a razones personales. Comparó su caso de renuncia con el de otros magistrados que han renunciado sin necesidad de justificar su salida.
Sin embargo, la controversia no ha cesado. La representante Aguirre reiteró que su denuncia ante la Fiscalía incluye señalamientos de acoso y concusión. Según la congresista, Lorduy le solicitó 500 millones de pesos para garantizar la participación de su partido en las elecciones. Al no acceder a la exigencia económica, afirmó que el magistrado le propuso pagar la deuda con su cuerpo, hecho que habría ocurrido dentro de las instalaciones del CNE.
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Antecedentes en la vida del exmagistrado
El escándalo actual ha revivido un episodio del pasado de Lorduy. Se trata de la muerte de una mujer hace más de 40 años, cuando él trabajaba con ella. Según su versión, el hecho fue un accidente ocurrido en 1979, cuando una escopeta se disparó tras chocar contra una pared, causando la muerte de Alicia Giraldo.
A pesar de que la justicia determinó que no hubo responsabilidad penal en el caso, algunos sectores han cuestionado su versión, señalando que el tema no ha sido completamente esclarecido. Lorduy ha calificado como “lamentable” que se use este hecho del pasado para atacar su trayectoria profesional. Sin embargo, el escándalo ha dejado en entredicho su honorabilidad y ha generado una presión mediática que terminó con su renuncia del CNE.
