Luego de 12 años, el Gobierno nacional, a través de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), entregará más de mil hectáreas al resguardo arhuaco de la Sierra Nevada, en el sector Gunmaku, corregimiento de Buenos Aires. El acto de entrega se llevo a cabo en zona rural del municipio de Aracataca, a donde llego el Presidente Gustavo Petro en compañía del director de la Agencia Nacional de Tierras, Juan Felipe Harman Ortiz.
Con esta entrega de inmueble rural se beneficiarán directamente a 627 personas, pertenecientes a 100 familias, consolidando un paso crucial en el reconocimiento del territorio ancestral y cultural, así como el reconocimiento de su derecho al territorio, conforme a la legislación colombiana.
Cabe señalar que estos terrenos hacen parte de los predios que el Presidente Petro había comprado hace seis meses en la Sierra Nevada, bajo el compromiso de ampliar el territorio de los Arhuacos, quienes, al igual que otros pueblos indígenas, han luchado durante décadas por la defensa y la conservación de sus tierras.
“Estamos cumpliendo un mandato del presidente Petro y es restablecerles los derechos a las comunidades indígenas, ayudarlas para que avancen en su trabajo de preservación de todos los acumulados ambientales que tiene en este caso la Gran Sierra Nevada de Santa Marta, corazón del mundo”, sostuvo la asesora de la ANT para el Magdalena, Patricia Caicedo.
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La deuda histórica del Estado colombiano con los pueblos indígenas.
Durante la intervención de Gustavo Petro en el acto de entrega de los predios, mencionó que “Este es un acto de justicia histórica para los pueblos indígenas que han custodiado la Sierra Nevada durante siglos“.
Hay que recordar que, en el marco de la conmemoración de los 500 años de la colonización española, el Gobierno Nacional por medio de la ANT, reafirmó su compromiso con saldar la deuda histórica que tiene el Estado para con los pueblos originarios, reconociendo sus derechos sobre la tierra y garantizando su participación en la toma de decisiones.
En ese sentido, desde la ANT han anunciado que avanzan en la protección de la ‘Línea Negra’, territorio espiritual de los pueblos arhuaco, kogui, wiwa y kankuamo, con la misión de salvaguardar la cultura y libre circulación por los tres departamentos que la integran (Magdalena, Guajira y Cesar), esenciales para la práctica de sus tradiciones ancestrales.
“La recuperación de estas tierras no es solo una reivindicación histórica, sino también un acto de preservación cultural, ambiental y espiritual. La Sierra Nevada de Santa Marta, considerada el ‘corazón del mundo’ por sus habitantes ancestrales, ha sido protegida por siglos por los pueblos indígenas, quienes han resistido el despojo y la explotación”, dijo Felipe Harman, director general de la ANT.