En la tarde del 26 de marzo de 2025, la Cámara de Representantes rechazó, una vez más, el proyecto de ley estatutaria que buscaba regular la eutanasia en Colombia. A pesar de obtener 90 votos a favor, la iniciativa no alcanzó los 94 necesarios para su aprobación, lo que llevó a su archivamiento. Esta es la décimo séptima vez que un intento legislativo de este tipo fracasa en el Congreso, a pesar de los esfuerzos de varios sectores que defienden el derecho a una muerte digna.
El debate sobre la eutanasia en Colombia enfrenta posturas opuestas: para unos es un derecho, para otros una amenaza. Aunque la Corte la respalda en ciertos casos, la falta de regulación sigue siendo un obstáculo para los pacientes. Con este nuevo hundimiento, el país sigue sin un marco normativo que garantice procedimientos estandarizados y sin barreras para quienes buscan ejercer este derecho.
El representante Juan Carlos Losada, principal promotor del proyecto, lamentó la decisión y señaló que el Congreso ha pospuesto esta discusión por más de dos décadas. En contraste, sectores conservadores celebraron el resultado y argumentaron que la legislación iba más allá de los parámetros establecidos por la Corte Constitucional.
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¿Qué Proponía el Proyecto de Ley de la eutanasia en el Congreso?
El documento presentado en la Cámara de Representantes buscaba garantizar el acceso a la muerte digna mediante tres mecanismos: cuidados paliativos, muerte médicamente asistida (eutanasia y suicidio asistido) y la suspensión del esfuerzo terapéutico. La iniciativa también enfatizaba que estos procedimientos debían realizarse de manera voluntaria y con consentimiento informado del paciente.
Además, el proyecto de ley para la eutanasia resaltaba que no debía ser catalogada como una práctica eugenésica, ya que responde a la dignidad humana y a la autonomía del individuo. Desde octubre de 2021 hasta diciembre de 2023, en Colombia se registraron 1.322 solicitudes de eutanasia, pero solo el 40% de estas fueron aprobadas, según cifras del Ministerio de Salud.
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Las barreras para acceder a la eutanasia
Los promotores del proyecto denunciaron que los pacientes que solicitan la eutanasia enfrentan múltiples obstáculos que dificultan el acceso a este derecho. Entre las principales barreras señalaron las demoras injustificadas en la autorización de los procedimientos, la falta de especialistas capacitados para evaluar y atender las solicitudes, así como el desconocimiento o incumplimiento de los protocolos médicos establecidos.
El proyecto de ley tenía como objetivo eliminar estas trabas y asegurar que los pacientes recibieran respuestas oportunas y efectivas. Sus impulsores insistieron en que la regulación permitiría establecer lineamientos claros para evitar dilaciones innecesarias y garantizar un proceso transparente. Sin embargo, con su hundimiento, persisten las dificultades para quienes desean acceder a la eutanasia.
Requisitos para Acceder a la Muerte Médicamente Asistida
La legislación en Colombia establece que una persona puede acceder a la eutanasia si cumple con tres condiciones básicas, determinadas por la sentencia C-233 de 2021:
- Un médico debe realizar el procedimiento.
- El paciente debe otorgar su consentimiento libre e informado.
- Debe padecer una enfermedad grave e incurable o un sufrimiento intenso, ya sea físico o psicológico
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Reacciones Frente al Hundimiento del Proyecto
Tras la votación, varios representantes se pronunciaron sobre el resultado. La congresista Jennifer Pedraza lamentó el archivo del proyecto que pretendía regular la eutanasia y expresó su descontento en redes sociales: “Nos faltaron cuatro votos para aprobar la regulación de la eutanasia. Llevamos más de 20 años en mora con esta legislación”.
Por otro lado, el representante Christian Garcés celebró la decisión y afirmó: “Defendemos la vida, no la muerte. Este proyecto iba más allá de lo establecido por la Corte. En este gobierno, miles de colombianos hubieran sido enviados al matadero sin medicinas ni tratamientos”.
La polarización en torno a la eutanasia sigue dividiendo opiniones en Colombia. Mientras los sectores progresistas insisten en que se debe garantizar este derecho, los sectores conservadores continúan oponiéndose firmemente. Con este nuevo fracaso, el debate sobre la regulación de la muerte digna queda una vez más en el limbo legislativo.